El Gobierno vasco se suma a los arrantzales y pide una cuota propia de bonito

Tapia, que asistió a primera hora en el puerto de Hondarribia a la última descarga de bonito, destacó el esfuerzo adicional de los arrantzales teniendo que faenar en circunstancias de «máxima competencia» con el resto de flotas del Cantábrico, y reiteró la necesidad de establecer un reparto de cuota adscrito bien a barco, a cofradía o a comunidad autónoma para posibilitar que, en adelante, los barcos puedan faenar de forma planificada y organizada, sin verse sometidos al estrés de este año. La consejera, acompañada por el equipo de Pesca del Gobierno vasco y el presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Eugenio Elduayen, subrayó que, pese a las dificultades de este verano, la campaña de la flota vasca ha sido «impecable».

Euskadi tiene un peso importante en la flota que pesca bonito en el Cantábrico, con un porcentaje que ronda el 60%. La comunidad suma 35 embarcaciones de cebo vivo y un centenar de cacea, de los cuales el 75% son vizcaínas.

El presidente de las Cofradías se mostró satisfecho con la costera. «Llegar al cupo quiere decir que el bonito y la biomasa están bien. Es la mejor noticia. Sin embargo, existe una derivada que no nos gusta tanto, ya que la cuota actual puede tener un componente cíclico. ¿Quién nos dice que dentro de unos años habrá la misma cantidad de bonito? De ahí que nos hubiese gustado poder aprovechar la abundancia actual».

La costera de este año ha batido todos los récords. Será la cuarta que concluirá en agosto: la de 2020 finalizó el día 19, la de 2019, el 27; y la de 2018, el 23. En 2017 se cerró el 13 de octubre y en 2016, el 5 de ese mes, las fechas hasta ese momento habituales.

Elduayen suscribe las declaraciones de la consejera sobre la posibilidad de contar con una cuota propia y asegura que «se trata de una demanda que el sector ya elevó en su día tanto al Gobierno vasco como a Madrid. La pesca olímpica debería estar repartida por barcos o comunidades autónomas. Sería más razonable».

Con la campaña finalizada para los barcos del Norte, serán los pelágicos de Irlanda y Francia los únicos que podrán pescar la especie. Un arte prohibida en España, Irlanda y Francia permiten que sus barcos peinen la superficie del mar con esas redes. El Gobierno vasco reiteró, una vez más, su disconformidad con este sistema de pesca.