El rector de la UPV/EHU exige «respeto institucional» y pide una reunión urgente con el lehendakari
«Es fundamental que el Gobierno vasco conozca de primera mano las necesidades detalladas y cuantificadas de la universidad», asegura en un comunicado Joxerramon Bengoetxea
La tormenta desatada desde la semana pasada sobre la financiación de la Universidad Pública Vasca ha vivido hoy un nuevo episodio. Y seguramente no el ... último. En un comunicado emitido pasado el mediodía, el rector de la UPV/EHU, Joxerramon Bengoetxea, ha solicitado «una reunión urgente con el lehendakari Imanol Pradales, junto al consejero de Hacienda y Finanzas Noël d' Anjou y el consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias, con el fin de presentarles en detalle el informe de necesidades que ha elaborado el equipo rectoral».
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Según se explica en el documento, «es fundamental que el Gobierno vasco conozca de primera mano las necesidades detalladas y cuantificadas de la universidad. Sería oportuno que la reunión sea previa a la comparecencia ya prevista ante la comisión parlamentaria de universidades el próximo 19 de noviembre». Por último, Bengoetxea pedía «respeto institucional hacia la universidad pública vasca y hacia su comunidad universitaria representada por su equipo rectoral».
El comunicado de Bengoetxea ha llegado apenas unas horas después de la comparecencia del consejero de Ciencias, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez, en la comisión del Parlamento vasco para detallar el montante que se dedicará a su área en los Presupuestos para el año que viene. El tema estrella ha sido, como no podía ser de otra manera, el dinero destinado a la Universidad del País Vasco.
«Es una cifra de récord. Se trata de la subida más importante de los últimos años en este concepto. Si fuera un departamento, sería la mayor subida porcentual de todo el Gobierno», ha dicho. Pérez ha cifrado en 426 millones de euros los destinados al centro que dirigió entre 2004 y 2009, un 6,9% más que el año pasado y un 16% más respecto a 2024. El desglose es el siguiente: 339 de aportación ordinaria, 42 del contrato-programa, 19 para los complementos retributivos del profesorado y 25 para infraestructuras. «Esta subida es reflejo de la apuesta del Departamento por asegurar la suficiencia financiera de la universidad pública, en consonancia con el compromiso del programa de gobierno», ha subrayado.
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La intervención del lehendakari
Con estas cifras en la mano, el consejero ha rechazado que la universidad esté infrafinanciada, como asegurara la semana pasada Bengoetxea. «No lo está. He sido cocinero antes que fraile. Cuando llegué al rectorado en 2004, me encontré un déficit del 10%», ha comparado.
El propio lehendakari ha terciado en la polémica. «Nunca en su historia ha contado con tantos recursos», ha dicho Imanol Pradales a preguntas de los periodistas en una comparecencia tras firmar el nuevo memorándum de colaboración con Iparralde. «Las Cuentas de 2026 contemplan un incremento en la aportación del 6,9%, superior al del propio Departamento de Universidades. Y si a esto le sumamos el incremento del 5,2% de 2025, llegamos a un incremento superior al 12% en la aportación ordinaria, al margen de otras de tipo finalista», ha explicado. Esos números, a su modo de ver, reflejan la «apuesta» de su Ejecutivo por la universidad pública y la «apuesta de país» que hace también por la ciencia, la tecnología y la innovación.
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Para encontrar el origen de un choque entre la universidad pública y el Gobierno vasco que no se recuerda desde el rifirrafe que mantuvieron el rector Manu Montero y la consejera de Educación Anjeles Iztueta hace dos décadas, hay que remontarse al lunes pasado. Ese día, Bengoetxea pidió elevar la financiación que recibe de Lakua en un 50%. «Sobrevivir no puede ser un objetivo», aseguró.
Aquel comunicado solo fue el comienzo de lo que estaba por venir. Solo un día después, el martes, el consejo de Gobierno aprobaba los proyectos de Presupuestos para el año que viene. La partida para la UPV/EHU era la referida líneas arriba: un total de 422 millones de euros de los que 339 correspondían a la aportación ordinaria -la que excluye las infraestructuras y los contratos programa-.
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«Ariete político»
Apenas 24 horas después, Bengoetxea elevó el listón de sus críticas y exigió elevar la financiación hasta en un 80%. Traducido en cifras, serían unos 600 millones, casi la totalidad de los 653 con los que contará el año que viene el Departamento liderado por Pérez Iglesias. El rector detalló tres áreas en las que las carencias presupuestarias resultaban especialmente acuciantes. La primera serían unos sueldos poco competitivos para atraer personal docente. Según Bengoetxea, un docente de Bachillerato cobra 2.600 euros netos al mes, bastantes más que los 1.900 que percibe un ayudante doctor que comienza su carrera. «Los salarios distan mucho de los del sector público vasco. No son atractivos para atraer personas formadas y a menudo con experiencia internacional», lamentó.
Las infraestructuras serían la segunda de las áreas «infrafinanciadas». Bengoetxea destacó que la biblioteca central del campus de Leioa tiene goteras desde hace años, que la Facultad de Medicina necesita una remodelación y que hay despachos en todos los campus en los que las temperaturas oscilan entre los 13 y los 35 grados. En último lugar mencionó las carencias en digitalización, lo que obliga, por ejemplo, a procesar «de una a una» las casi 14.000 notas de Selectividad, lo que alarga el proceso y abre la puerta a posibles errores humanos.
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La respuesta del Gobierno vasco llego pasados cinco días, este pasado lunes. «El lenguaje hiperbólico no va a mejorar la financiación de la Universidad del País Vasco. Tampoco los mensajes apocalípticos a la comunidad universitaria. Una posible subida de, pongamos por caso, un 10%, sería excepcional en la Administración. Una subida de un 50% no es ni siquiera imaginable. Cuando se hace una propuesta de este tenor, el propósito no es el que se declara«, escribió en su blog Pérez Iglesias. «Se trata quizás de enmascarar la ausencia de un proyecto académico? ¿O de ocultar la incapacidad para ejercer la responsabilidad y tomar decisiones presupuestarias difíciles? Confío en que no se trate de hacer uso de la universidad pública como ariete político», añadió en un tono en el que se hacía evidente su profundo malestar.
Ya hoy, en su comparecencia en el Parlamento, el consejero se ha mostrado abierto a mejorar tanto los sueldos de los profesores universitarios como la inversión en infraestructuras. Pero con matices. Respecto a los primeros, ha reconocido que «es verdad que ganan menos, pero es al principio de su carrera. Ocurre durante poco tiempo y la progresión es rápida. No quiere decir que no haya que cambiarlo, pero hay que tener en cuenta lo que dice la ley. No se puede hacer de un día para otro». Sobre las infraestructuras, «requieren de financiación sin duda«, ha reconocido para apuntar a continuación que «no sé está gastando toda la partidas destinadas. He sido rector de esa casa. Cuando se dispone de dinero y no se gasta, no es un problema del Gobierno vasco».
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