Euskadi respalda la eliminación de los exámenes de recuperación de junio

Esta normativa que desarrolla la ley 'Celaá' establece que serán los equipos docentes de cada colegio los que decidirán si un alumno que ha suspendido varias asignaturas puede pasar de curso en la etapa de ESO, de los 12 a los 16 años. El Ministerio argumenta que estas recuperaciones no tenían ninguna justificación pedagógica. «Un estudiante no puede adquirir los conocimientos que no ha logrado durante todo el curso en unas semanas, en el caso de que las pruebas extraordinarias se hagan en junio; ni incluso en los meses de verano, si se hacen en septiembre», subrayaron ayer fuentes del Ministerio que dirige Pilar Alegría. Consideran, además, que las recuperaciones «discriminan» a los escolares de entornos más desfavorecidos «que no cuentan con recursos para recibir apoyos educativos destinados a superar esas pruebas».

El Departamento de Educación apoya la supresión de las recuperaciones de junio y ha trasladado su postura al Gobierno. De hecho, Heziberri, el programa que marca lo que debe estudiar un alumno en Euskadi durante la etapa obligatoria, ya recogía la apuesta vasca por la «evaluación continua». Y el propio consejero, Jokin Bildarratz, ha mostrado en sus declaraciones su defensa a esa forma de valorar las competencias y conocimientos de los alumnos, frente a los tradicionales exámenes.

El Ministerio ha mantenido reuniones con todas las comunidades autónomas y destaca que solo se han opuesto a la normativa Madrid y Murcia -comunidad en la que Vox está al frente de Educación-. Además, resalta el apoyo que ha recibido de los responsables de la enseñanza en Euskadi a esta medida incluida en la Lomloe.

La cartera de Alegría prevé aplicar este mismo curso el decreto, que debe obtener ahora el visto bueno del Consejo de Estado y después ser aprobado en Consejo de Ministros. «En todo caso es de obligado cumplimiento, pero queda por determinar si una vez aprobado se permitirá a las comunidades aplazar su aplicación y que pongan en marcha estas medidas el próximo año académico», añadieron las mismas fuentes. El Gobierno vasco aplicará la nueva normativa cuando entre en vigor. Así, la consejería de Educación podría suprimir los exámenes extraordinarios de junio este mismo curso, siempre que disponga del «plazo suficiente» para realizar los cambios necesarios en los programas, según indicaron sus portavoces.

Esta medida no afectaría al Bachillerato. El borrador del decreto detalla que en esa etapa se mantendría la convocatoria de pruebas extraordinarias. En principio, los alumnos tendrán que aprobar todas las materias, aunque la nueva normativa contempla que el equipo docente pueda decidir conceder el título con una materia pendiente, siempre que el estudiante cumpla una serie de condiciones, como no haber faltado a clase, tener una nota media superior al aprobado y haberse presentado a los exámenes de la asignatura no superada. En primer curso de Bachillerato los alumnos podrán pasar a segundo con dos materias suspendidas como máximo.