Cuantos más, mejor

El pasado domingo me acerqué, para acompañar a un colega periodista, a las distintas actividades que había organizado, creo que con éxito, la ikastola de ... Llodio con motivo de la celebración del Araba Euskaraz. Me pareció que, a consecuencia de las limitaciones impuestas para hacer frente a la pandemia, esta edición devolvió el protagonismo al alumnado. Los niños y las niñas disfrutaron quizá con mayor tranquilidad que en otras ediciones más tumultuosas y expansivas. Este tipo de fiestas, imagino que en gran medida por las canciones que sonaban en las calles, me devuelven a mi infancia, que en la parte escolar se desarrolló en un ambiente euskaltzale. Ya he contado alguna vez que participé de la primera promoción que, en la Escuela Pública vasca, pudo estudiar en euskera. Como suele suceder con las iniciativas pioneras, al principio generan recelos y, por ello, el número de alumnos y alumnas en mi clase durante la extinta EGB nunca rebasó la veintena. A pesar de las dudas iniciales, yo recuerdo que en mi aula había más niños y niñas como yo, es decir, más hijos de emigrantes. Es más, nuestro tutor era un euskaldun de Don Benito, un pueblo de Extremadura. Creo que nos resultó muy enriquecedor poder realizar esa inmersión en la cultura vasca y creo que también fue enriquecedor para la lengua en la medida en que nos convertimos en nuevos hablantes. Recuerdo hoy todo esto porque me ha sorprendido leer que EH Bildu denunció recientemente que el nuevo desarrollo urbanístico previsto en Añorga Txiki «tendrá un impacto en las características socio-lingüísticas y culturales» de ese barrio donostiarra. Según las previsiones del área de urbanismo, llegaran al barrio 637 nuevos vecinos, lo que equivaldrá a un incremento de sus habitantes del 28%. El urbanismo municipal suele ser una cosa muy disparatada y es necesario criticarlo, pero estos argumentos no me convencen: creo que no hay que ver como una amenaza la llegada de personas que hablen otra lengua, sino como una oportunidad. La mezcla de culturas no solo es algo inevitable, es también recomendable.