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Mural del centro de Bernedo en el que se celebraban las colonias. Igor Aizpuru

El Gobierno vasco eleva a 19 las denuncias y dice que el udaleku de Bernedo era «clandestino»

La consejera de Juventud reconoce que las quejas de las familias son «graves» y que los menores «nunca tuvieron que vivir lo que vivieron»

Viernes, 10 de octubre 2025

Cada vez que uno de los consejeros del Gobierno vasco salpicados por el escándalo del campamento de Bernedo toma la palabra durante los últimos días ... aporta un dato nuevo sobre las familias que han acudido a la Ertzaintza para presentar denuncias por supuestos delitos sexuales contra sus hijos e hijas, todos menores de edad, ocurridos en el udaleku. Es el único modo de conocer cómo avanza el proceso porque lo cierto es que la Policía autonómica no ofrece de otro modo información al respecto.

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Hoy ha vuelto a constatarse que cada vez hay más padres y madres alarmados. Si el miércoles el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, cifró en 17 las demandas presentadas el último recuento eleva la cifra a 19. A esas habría que añadir otras tres «quejas» que ha recogido el Instituto de la Mujer, Emakunde. Lo ha revelado la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa, durante una comparecencia en el Parlamento.

Dos semanas después de ser desvelado por EL CORREO el 'caso Bernedo' ha llegado a la Cámara vasca y ha obligado al Gobierno a dar explicaciones. La desprotección de los menores que acudieron a las colonias y, en general, la falta de control institucional de los campamentos de titularidad privada que ha quedado evidenciado estos días han acarreado una batería de preguntas de PP y Vox en la sesión de control que se celebra quincenalmente. Aunque ambos grupos solicitaban que fuera el lehendakari el que tomara la palabra pero ha sido Melgosa quien ha defendido la postura del Ejecutivo desde la tribuna de oradores. Pradales ha hablado un par de horas después, en su comparecencia conjunta con la presidenta de Navarra en Ajuria Enea, para calcar lo dicho por su consejera.

Antes ambos han tenido que escuchar fuertes críticas de una parte de la oposición. Los principales representantes de EH Bildu y Sumar guardan sepulcral silencio desde que empezase a conocerselo vivido por algunos chavales. «No han querido plantarse contra lo ocurrido, lo sabían y no han hecho nada», ha lamentado el presidente de los populares vascos. Javier de Andrés ha llegado a solicitar la dimisión del consejero de Seguridad por su «repugnante indolencia y pasividad», en alusión a que la Ertzaintza conocía «desde hace más de un año» la existencia de conductas «raras» en el udaleku. «Se mire por donde se mire ha habido muchos fallos del sistema», ha lamentado Amaya Martínez (Vox).

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La consejera de Juventud ha pasado de defender que el 'caso Bernedo' no era de su competencia a asegurar que «no se puede mirar para otro lado» respecto a lo ocurrido. Ha reconocido que «los menores (cuyos padres han presentado denuncias) nunca tuvieron que vivir las cosas graves que parece que vivieron» en el campamento que se celebra desde hace décadas en Álava. Y ha puesto más el foco en los organizadores, la asociación Sarrea, que nunca solicitó permisos para celebrar las colonias, que en la inacción de las administraciones. «Era una actividad clandestina y eso impide su trazabilidad, es un hecho grave y si hay una responsabilidad será exclusivamente de ellos», ha dicho primero Melgosa y después también Pradales.

De las 19 denuncias que tiene la Ertzaintza sobre la mesa, al menos dos son por presuntas agresiones sexuales. En una se acusa a los monitores de no actuar. El resto de quejas recogen supuestos delitos contra la libertad sexual, incluyendo coacciones y exhibicionismo. Según el contenido de algunas de ellas, a las que ha tenido acceso este periódico, los relatos que menores de entre 10 y 15 años han trasladado a sus familias son muy similares. Duchas mixtas en las que se bañaban críos y adultos juntos, monitores paseando y haciendo actividades desnudos, chavales a los que se les obligaba a chupar pies para merendar, relaciones sexuales a la vista de menores...

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«Diligentes»

Hasta seis veces ha tenido que tomar la palabra la consejera de Juventud en el pleno. Ha defendido durante sus alocuciones la «diligencia» con la que, dice, está respondiendo el Gobierno vasco a los hechos supuestamente acaecidos en Bernedo y al limbo administrativo en el que se viene desarrollando este udaleku y todos los que organizan entidades privadas en Euskadi cada año. El escándalo ha sacado a la luz que, a diferencia de lo que ocurre con las colonias públicas, el control dependía de una ambigua norma de 1985 por la que solo los ayuntamientos vigilaban las instalaciones. Entre otras cosas, porque el departamento de Melgosa lleva tres años sin desarrollar la Ley de Juventud que permitiría mejorar el control.

El lunes la consejería se reunió por primera vez con las tres diputaciones para «detectar fallos» y consensuar posibles mejoras. El miércoles hubo un segundo encuentro –y antes de que acabe el mes habrá un tercero– y parece que empieza fijarse una línea de trabajo. «Pondremos todo nuestro empeño en que no vuelva a ocurrir», ha asegurado Melgosa antes de calificar lo ocurrido en el campamento como un «hecho aislado». Le preocupa a la consejera que el 'caso Bernedo' genere un clima de desconfianza generalizada respecto a udalekus, monitores, voluntarios y todo el sistema vasco de tiempo libre. «Son espacios seguros», ha reivindicado.

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Melgosa, que ya avanzó unas primeras líneas de trabajo conjunto con las diputaciones tras el primer encuentro del lunes, ha ido un poco más allá. Ha expuesto en el Parlamento una «batería de medidas» para mejorar la supervisión y los mecanismos de denuncia. La primera será la puesta en marcha de un «protocolo único de notificación y respuesta para colonias, campamentos y albergues». Obligará a los organizadores a «comunicar» sus actividades y a las instituciones a tener una «reacción coordinada ante incidencias».

La segunda supondrá reforzar el servicio 'Zeuk Esan', el teléfono gratuito (116111) que ofrecen las administraciones a menores para que soliciten ayuda o denuncien situaciones de riesgo. Consta también de una web y redes sociales. Se pretende «agilizar la derivación a recursos especializados». La tercera va dirigida específicamente a monitores y voluntarios que trabajan con menores en escuelas, actividades deportivas y de ocio. Se les formará y se les solicitará «acreditaciones específicas en buen trato, detección temprana y prevención de la victimización».

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La consejera de Justicia dice que el juzgado que investiga el caso no está saturado

Una de las dudas que han surgido en relación con el 'caso Bernedo' es por qué tardó tanto el juzgado de Instrucción nº 3 de Vitoria que lo investiga en tramitar la denuncia. Según explicó la fiscal superior del País Vasco, Carmen Adán, el Juzgado dejó «en el limbo» la denuncia enviada por la Ertzaintza el pasado 30 de abril. No fue hasta el 24 de septiembre, seis meses después, cuando el juez ordenó abrir diligencias. El parlamentario popular Santiago López ha preguntado por este retraso a la consejera de Justicia, María Jesús San José (PSE), y ha denunciado el «colapso» de los juzgados. San José ha explicado que un juzgado se considera saturado cuando está «al 130%» de su capacidad, pero el nº 3 de Vitoria está «al 80%». «Como Gobierno, dotamos de medios personales y materiales a los juzgados cuando nos lo solicitan, pero este no lo ha hecho en toda la legislatura», ha indicado.

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