Los astrónomos ven la mayor fusión de dos agujeros negros jamás observada
Supuso el nacimiento de otro mucho más grande y las ondas gravitacionales que generó se han captado 7.000 millones de años después
luis alfonso gamez
Miércoles, 2 de septiembre 2020, 20:16
Sucedió hace unos 7.000 millones de años en una galaxia muy, muy lejana. Faltaban todavía 2.500 millones de años para que nacieran el ... Sol y la Tierra. Dos agujeros negros que orbitaban uno alrededor del otro se fusionaron en uno más grande. La violenta unión provocó ondas en el espacio-tiempo como una piedra en el agua al caer en un estanque. Fueron tan fuertes que, pese a haberse producido a una distancia de 17.000 millones de años luz, casi 7.000 millones de años después una fue captada el 21 de mayo de 2019 por los laboratorios de la colaboración LIGO-Virgo, ubicados en Estados Unidos y Europa, y sorprendió a los científicos por su potencia.
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Bautizada como GW190521, la señal es la cuarta onda gravitacional detectada desde septiembre de 2015.Cien años antes, en el marco de la teoría de la relatividad general, Albert Einstein había predicho que un suceso cósmico muy violento generaría ese tipo de perturbaciones. GW190521duró menos de una décima de segundo, es la más potente registrada y ha supuesto la detección del agujero negro más masivo jamas visto gracias a las ondas gravitacionales.
«No se parece mucho a un chirrido, que es lo que normalmente detectamos. Es más como algo que hace 'bang', y es la señal más masiva que LIGO y Virgo han visto», afirma Virgo Nelson Christensen, del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) francés. Según los dos mil expertos que han participado en su análisis, que publican sus conclusiones en 'Physical Review Letters' y 'The Astrophysical Journal Letters', la causaron dos agujeros de 66 y 85 masas solares que al fusionarse liberaron una cantidad de energía equivalente a siete veces la masa del Sol. Su 'hijo' fue un nuevo agujero negro de 142 masas solares. Cuando nació el 'monstruo', el Universo tenía la mitad de su edad actual.
El agujero negro más grande de la pareja original no encaja con los modelos de evolución estelar.No debería existir
Los agujeros negros se forman al final de la vida de algunas estrellas que, tras quemar todo su combustible, explotan como supernovas, colapsan y empiezan a succionar todo el material y la energía que las rodea como si fueran gigantescos sumideros. Y, cuanto más comen, más engordan. Hay dos tipos de agujeros negros, los estelares –de hasta decenas de masas solares– y los supermasivos como Sagitario A*, que está en el centro de nuestra galaxia y tiene 4 millones de masas solares. El más grande conocido, TON 618, tiene 66.000 millones de masas solares (sí, ha leído bien).
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GW190521 plantea un enigma: el agujero negro más grande de la pareja inicial no encaja en los modelos de evolución estelar. «A partir de nuestra comprensión de cómo envejecen y evolucionan las estrellas, esperamos encontrar agujeros negros con menos de 65 masas solares o más de 135, pero ninguno en el medio. ¡El agujero negro de 85 masas solares en el sistema de origen de GW190521 está justo en el espacio donde no debería estar! Esto puede significar dos cosas: nuestra comprensión de la evolución de las estrellas es incompleta o algo diferente ha sucedido ahí», dice Frank Ohme, del Instituto Max Planck de Física Gravitacional.
Según los modelos actuales, las estrellas de entre 65 y 135 masas solares no explotan como supernovas y, por lo tanto, no dan lugar a agujeros negros. Una posible solución al enigma es que la pareja tuviera una historia más complicada y que el objeto más grande fuera a su vez producto de una fusión de dos agujeros negros más pequeños o dos estrellas masivas.
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Estamos haciendo observaciones en el campo de la astrofísica que hasta ahora no creíamos que podían existir»», dijo este miércoles a Efe la física española Alicia Sintes, miembro del equipo que ha participado en el hallazgo.
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