El tic del lehendakari, la reunión del comedor real y el piso de alquiler de Ubarretxena en Madrid
Así ha sido la inauguración del curso político en el Palacio de Miramar sobre la bahía de La Concha
Las tradiciones mandan y en la política vasca eso se traduce en que el curso político se inaugura en el (manido) marco incomparable del Palacio ... de Miramar, un exquisito edificio sobre la bahía de La Concha que hace más de un siglo mandó construir la reina María Cristina. Aquí se celebra cada final de agosto el primer Consejo de Gobierno para eso, para que el marco incomparable donostiarra dé mayor relumbrón a esta cita.
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Había temor entre los responsables de Protocolo de Lehendakaritza a que toda la puesta en escena se fuera al garete por el mal tiempo, como ya ocurriera el año pasado. Y aunque los augurios no eran esperanzadores durante toda la mañana, finalmente sí ha podido realizarse la tradicional foto del Gabinete en los jardines del palacio, ante la mirada de los fotógrafos, el personal de seguridad y algún turista despistado que no entendía del todo la escena.
La vinculación histórica de Miramar con la realeza ha llevado a que, por ejemplo, la reunión del Gabinete Pradales se haya llevado a cabo en el 'Comedor Real' del palacio y que para la posterior comparecencia del lehendakari ante los medios se haya elegido el 'Salón de Música'. Una amplia estancia en la que el atril estaba situado estratégicamente ante el ventanal central, el que ofrece las mejores vistas a La Concha. Allí se ha podido ver por primera vez tras el verano al lehendakari, cuyo moreno solo rivalizaba con el de los consejeros Mikel Torres y Mikel Jauregi, y a su Gabinete, que ha ocupado la primera fila de asientos a modo de clá muda y respetuosa.
Durante más de media hora, Pradales ha atendido a los medios sin teleprompter y con un vaso de agua como única muleta. Durante su intervención inicial ha desvelado involuntariamente un tic: cada pocos segundos recolocaba las hojas de su discurso para que las esquinas coincidieran perfectamente. Al milímetro. Una y otra vez, aunque no los hubiera movido de sitio.
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Su intervención ha dado pie a un momento distendido, recibido por los presentes con risas, aunque tal vez no a todo el mundo le haya hecho mucha gracia. Y es que Pradales ha repetido en un par de ocasiones que su compromiso con las negociaciones con el Gobierno central para completar el Estatuto de Gernika es tal, que si hace falta, alquilará un piso en Madrid para la consejera de Gobernanza, Administración Digital y Autogobierno, Maria Ubarretxena. «Se va a pasar allí mucho tiempo», le ha advertido el lehendakari. La aludida -y su equipo- han esbozado media sonrisa ante las palabras del 'jefe'.
Quien no estará muy contento con la intervención del lehendakari será Miguel Tellado, para quien Pradales ha tenido sus palabras más críticas de la mañana. Ha definido al 'número dos' del PP como un paracaidista que «viene de vez en cuando» a Euskadi, suelta sus «peroratas y barbaridades» y se marcha. «Ese no es mi estilo», ha zanjado.
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