Sánchez se encomienda a un acelerón en los traspasos a Euskadi para amarrar al PNV
Las prestaciones no contributivas y las de desempleo marcan la cumbre de esta tarde en Moncloa, de la que Lakua espera salir con acuerdos
Desde que hace un mes el estallido del 'caso Cerdán' sacudiera la escena política nacional, apoyar a Pedro Sánchez ha pasado a ser mucho más ... costoso para sus socios. Sostener a un mandatario cercado por la supuesta trama corrupta de dos de sus máximos excolaboradores les genera un importante desgaste que sólo pueden neutralizar con logros que hagan ver que, pese a todo, merece la pena permanecer en el barco. El presidente del Gobierno, cuyo plan es resistir lo máximo posible, es consciente de ello y esta semana se está volcando en satisfacer a sus aliados parlamentarios para llegar al parón veraniego con sus respaldos amarrados.
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Si ayer mismo se celebró una reunión clave con la Generalitat catalana para encarrilar el acuerdo de financiación singular, una exigencia de ERC, hoy por la tarde será el turno de la Comisión Bilateral de Cooperación Permanente con el Gobierno vasco, un foro arrancado por el PNV a cambio de su apoyo a Sánchez en la investidura. Será la segunda cita de este órgano, pero llega en un momento mucho más delicado que la primera -se celebró en noviembre- porque la formación jeltzale ha pasado a ser ahora uno de los socios más críticos con el presidente, al que avisan de que su confianza «va camino de la UCI».
El partido de Aitor Esteban aclaró que no piensa aprovechar la crisis para «mercadear» y elevar su exigencia de contrapartidas, pero sí va a ser muy riguroso a la hora de demandar el cumplimiento de aquello que ya estaba comprometido; sobre todo, la materialización de las transferencias pendientes, que debería completarse antes de fin de año, según el acuerdo PSOE-PNV firmado en noviembre de 2023. A menos de seis meses, aún quedan cerca de 25 traspasos por realizar. Y nunca antes se han transferido tantas competencias en tan poco tiempo, así que el horizonte no es muy halagüeño.
La cumbre bilateral de hoy servirá como termómetro del proceso. Como en el caso de Cataluña, Sánchez ha dado la orden de avanzar todo lo posible con tal de que no haya fugas en el heterogéneo bloque de partidos que le apoyan. Sin embargo, los trabajos técnicos previos a la reunión no se han saldado con tantos frutos como los esperados al otro lado de la mesa. Los gobiernos vasco y central chocan en el alcance de la carpeta central en este momento de la negociación, relativa a un primer bloque sobre la Seguridad Social, toda una patata caliente para Moncloa.
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Lo que está en juego es el traspaso de las prestaciones no contributivas (asignación por hijo o menor acogido a cargo con discapacidad; prestaciones por parto a familias numerosas, monoparentales y en los casos de madres o padres con discapacidad; prestación económica por parto o adopción múltiples; y subsidio por nacimiento) y de las de desempleo. Lakua quiere cerrar estos capítulos antes de abordar el resto de materias ligadas a la Seguridad Social, con la gestión del régimen económico como hito más delicado.
Compromisos tangibles
El fin de semana fue especialmente intenso, con negociaciones e intercambio continuo de documentos entre las dos partes, pero habrá que esperar hasta la cita de esta tarde a partir de las 17.30 horas en La Moncloa para conocer si hay fumata blanca. «Queremos llegar con todo lo más atado posible», precisan fuentes del Gabinete de Imanol Pradales, donde esperan salir de la reunión con acuerdos y compromisos tangibles. «Euskadi no va a aceptar acuerdos a medias», sintetizó la pasada semana Maria Ubarretxena, consejera de Autogobierno y principal encargada de las transferencias.
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En el Ejecutivo autonómico confían en desatascar no sólo las carpetas referidas a la Seguridad Social, sino también otras que llevan coleando desde hace meses, como la de Salvamento Marítimo o la del Centro Nacional de Verificación de Maquinaria de Barakaldo, e incluso avanzar en algunas materias referentes al bloque de infraestructuras.
Además, el lehendakari ha impulsado otros asuntos en el orden del día que básicamente son los mismos que intentó introducir en la fallida Conferencia de Presidentes de junio en Barcelona. Cuestiones como la gestión migratoria, la inversión en redes eléctricas y la redistribución de fondos europeos. También se abordará la oficialidad del euskera en la UE, una carpeta que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, volverá a llevar este viernes al Consejo de Asuntos Generales.
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