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Adiós multitudinario y «plural» para Rodolfo Ares, «un artífice de la paz»
El lehendakari, Iñigo Urkullu, destaca «las vivencias compartidas» con el exdirigente socialista y «su labor importante como consejero del Gobierno»
«En días tan duros como hoy, sólo nos salva el rock and roll», le comentó alguien al lehendakari Patxi López en un corrillo del ... tanatorio. «Sí, pero los viejos rockeros también se nos mueren», replicó con gesto triste el también portavoz del PSOE en el Congreso, visiblemente afectado por la pérdida de Rodolfo Ares, fallecido el miércoles a los 68 años. No había logrado disimular su mal cuerpo. «Voy a intentar no llorar. Os habrán hablado de su importante papel político, de su compromiso, y todo eso es verdad, pero es que hoy se va también una parte de mi vida. Hemos compartido noches con los concejales que les quemaban el coche, días muy duros y también algunos muy buenos. Pierdo una parte de mi vida. Le voy a echar mucho de menos».
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Las palabras de Patxi López y sus ojos rojos eran una muestra del dolor sincero y hondo que embargó este viernes al socialismo vasco, que se volcó en la despedida civil en el tanatorio de la Avenida Zumalacarregui a quien fuera el timón del partido durante décadas desde la Secretaría de Organización del partido. Los compañeros de filas fueron los primeros en llenar la recepción. José Antonio Pastor, Txarli Prieto, Leire Pajín, Jesús Eguiguren, Begoña Gil, María Guijarro, Ekain Rico, Alfonso Gil, Nora Abete, Yolanda Díez y Eduardo Madina, entre otros muchos. Se mezclaban con familiares y militantes de base compungidos por la pérdida temprana del que todos califican como «un referente» y «un hombre leal».
El Gobierno vasco no escatimó en gestos de cercanía con el que fuera su consejero de Interior de 2009 a 2012. El lehendakari, Iñigo Urkullu, encabezó una delegación junto a los vicelehendakaris Josu Erkoreka e Idoia Mendia y otros consejeros como Gotzone Sagardui, Iñaki Arriola y Jokin Bildarratz. Les acompañó el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto. «Como lehendakari y en nombre de buena parte de la sociedad vasca, quiero rendir tributo a Rodolfo Ares por todo lo que ha sido en el mundo de la política y su labor importante como consejero del Gobierno vasco». Urkullu dejó también «un recuerdo emocionado por las vivencias que hemos compartido».
Las emociones se desbordaban entre sus más estrechos colaboradores. También se percibía en el actual líder del partido, Eneko Andueza, que estuvo allí todo el día. Agradeció ver «gente muy plural, diferente, diversa» rindiendo homenaje a un hombre cuya «verdadera obsesión, ambición y vocación fue mejorar Euskadi».
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No faltaron los gestos de cariño desde otras formaciones. El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, quiso mostrar su apoyo «a la familia socialista y a la familia de Ares» y destacó que «fue un referente político y un gran activo político». Para el líder del PP vasco, Carlos Iturgaiz, «era un amigo con el que compartimos trinchera contra ETA». No faltaron el burukide Joseba Aurrekoetxea, el diputado jeltzale Aitor Esteban y Josu Jon Imaz, expresidente del PNV, actual consejero delegado de Repsol y, por encima de todo, amigo de Ares. También estuvieron líderes sindicales como Unai Sordo y Loli García (CC OO) y Raúl Arza, de UGT Euskadi.
La viceconsejera segunda, Idoia Mendia, agradeció los mensajes de condolencias recibidos desde las más diversas esferas políticas «lo que resume que Rodolfo era un hombre querido». «Lo era todo en el partido. Fue uno de los artífices de la Euskadi que tenemos hoy, la de la paz».
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El delegado del Gobierno, Denis Itxaso, recordó su «enorme capacidad operativa y sus gestos de cariño». Y Ramón Jáuregui resumió el sentir general: «Lo fue todo para nosotros y cumplió el sueño que todos tuvimos de ser uno de los protagonistas, uno de los artífices de la paz».
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