El PP cree que la ley de educación supone «el principio del fin de la concertada» en Euskadi

El PP calificó este jueves de «inaceptable» la futura ley de educación porque «da la espalda a una parte importante de la sociedad vasca». Ya demostró su oposición cuando se quedó al margen del acuerdo que en abril suscribieron el PNV, EH Bildu, el PSE y Elkarrekin Podemos, pero el borrador presentado por el consejero Jokin Bildarratz ha hecho que se reafirme en esa postura. Iñaki Oyarzábal, que ejerce como responsable de esta materia en la ejecutiva de Carlos Iturgaiz, consideró que se está planteando «una politización sin precedentes» de la escuela en Euskadi para convertirla en «un instrumento al servicio del proyecto nacionalista». «Se insiste en un modelo que ya se ha identificado que va en la dirección equivocada», lamentó.

El presidente de los populares alaveses censuró que el Gobierno de Iñigo Urkullu coloque el euskera «como eje y prioridad» por encima de «la excelencia y otros valores educativos». «Intervienen en los criterios de admisión de alumnos y condicionan la libertad de las familias a la hora de elegir el centro», evidenció Oyarzábal. «Es el principio del fin de la enseñanza concertada tal y como la conocemos hasta ahora. Quieren que se repliquen todos los parámetros de la escuela pública», ahondó.

«Esta es una ley que deja la educación de nuestros hijos en manos de EH Bildu y los sindicatos nacionalistas que ponen en riesgo a la escuela de todos. Con el pretexto de combatir la segregación, al final intervienen de manera absoluta en la decisión de las familias para elegir centro educativo», declaró el líder provincial del PP. «Con esta ley se va a envalentonar a los sindicatos y van a meter una presión sin precedentes a las direcciones de muchos concertados», advirtió.

Por todo esto, Iñaki Oyarzábal ha solicitado una reunión con Bildarratz para «rectificar» la nueva ley, «si no quieren que sólo sea para nacionalistas».

Sobre la decisión del Departamento de Educación de impartir sólo en euskera el módulo formativo que se necesita para ser profesor o director de autoescuela, el popular lo calificó de «sinsentido». «Responde a una obsesión por imponer la lengua vasca. No lo tratan como un derecho, sino como una obligación que supone una discriminación para miles de vascos que no lo dominan y ven cómo el nacionalismo lo convierte en un obstáculo a la hora de buscar empleo», concluyó.

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