Ángel Pascual, con su mujer y sus hijos. Iñigo Pascual tiene las manos en las rodillas y lleva camiseta blanca. álbum familiar

Bilbao colocará el 19 de noviembre la primera placa en recuerdo a una víctima de ETA

Iñigo Pascual acudirá al acto de homenaje a su padre, Ángel Pascual, ingeniero de Lemoiz asesinado por la banda en 1982

Miércoles, 2 de noviembre 2022, 00:50

Ángel Pascual, ingeniero de Lemoiz asesinado el 5 de mayo de 1982, será la primera víctima de ETA que contará con una placa en su ... memoria en las calles de Bilbao. La tendrá cuarenta años después de su muerte, acribillado a balazos cuando salía en coche de su casa. Aquel día le acompañaba su hijo Iñigo, que acudirá al acto de homenaje que se celebrará el 19 de noviembre. La villa deja así de ser la única capital vasca que carece de estos elementos de memoria.

Publicidad

La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, ha sido la gran impulsora de estas placas desde hace años. En mayo remitió una nueva petición al Ayuntamiento de Bilbao, que incluía un listado con el nombre de las víctimas de atentados terroristas en la capital vizcaína, 59 de ETA, 3 del Batallón Vasco Español (BVE), y una de los GAL. El alcalde, Juan Mari Aburto, se comprometió con Ordóñez a que aquellas familias que lo desearan tuvieran una lámina en el lugar donde los suyos cayeron asesinados. Ángel Pascual fue el primero en solicitarlo, por carta, al Ayuntamiento. Se colocará en la calle del atentado, una vía con forma de U que lleva el nombre Grupo Médico Municipal Pedro Cortés, cerca de la basílica de Begoña.

Aburto prometió en mayo a Covite que Bilbao dejaría de ser la única capital vasca que carecía de ellas

tras una petición formal

Fue allí donde Iñigo Pascual vivió los 30 segundos más largos de su vida. Tenía 17 años y acompañaba a su padre en el coche rumbo a la parada del bus del colegio. Ángel Pascual se sorprendió al ver a un hombre esperando tan temprano, con gafas y traje, ojeando un periódico. Se lo llegó a comentar a su hijo, que caminaba a su lado. «Dos pistoleros bajaron muy rápido del coche y, junto con el hombre del periódico, mataron a mi padre con más de 25 disparos con armas automáticas», relata Iñigo, que insultó a los etarras e interpuso su carpeta escolar. Le hirieron en una mano. «La Policía me contó que quedó un pequeño hueco libre entre los ángulos de las balas». Dejó su testimonio en este diario en mayo, en el 40 aniversario de un crimen nunca resuelto. «Hubiera preferido que me mataran a mí y no a mi padre», confesó entonces.

No se conoce todavía el diseño exacto de las placas, pero sí que aparecerá el nombre de la víctima, la fecha y el grupo terrorista que la causó. No es un asunto baladí ya que en Vitoria, donde se colocaron placas cuando el alcalde era Alfonso Alonso, se optó por una fórmula genérica sin especificar el grupo que provocó la muerte violenta.

Publicidad

También por los GAL y el BVE

La lista de Covite es sólo un primer acercamiento a las víctimas registradas en la capital vizcaína. Aparecen los nombres y las fechas de 59 muertos provocados por ETA, tres por el BVE y uno por los GAL. Desde Fermín Monasterio, el primer civil asesinado por ETA cuando un terrorista se subió a su taxi para escapar en 1979, hasta el ertzaina José María Aguirre, que tiene un pequeño monolito donde murió tratando de evitar un atentado contra el Guggenheim.

El caso de los GAL en Bilbao es muy conocido, ya que se trata del pediatra y dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard, asesinado en su consulta mientras atendía a un niño en noviembre de 1984. De cualquier modo, el Ayuntamiento de Bilbao tendrá que completar o retocar este listado y, al menos por el momento, sólo está previsto que se coloquen placas cuando los familiares directos lo soliciten.

Publicidad

Ese fue precisamente el argumento al que recurrió Aburto cuando Covite le planteó la idea la primera vez. Que no lo había solicitado el Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, un ente creado en 2017, liderado por el alcalde, con expertos y una docena de víctimas de ETA, los GAL y de abusos policiales.

Covite alcanza de este modo un objetivo que perseguía desde 2014, cuando lanzó la campaña «Una víctima, una placa». Bilbao ya no será la excepción. La de Ángel Pascual será la primera, pero no la última.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad