Impulsor. Powell participó ayer en las jornadas del Foro Social. b. luna
Jonathan Powell | Participante en la conferencia de Aiete

«En Euskadi toca ahora negociar en privado una reconciliación de verdad»

«Sin los observadores internacionales, la paz no hubiera llegado como llegó», asegura el exjefe del gabinete de Blair

Alberto Surio

San Sebastián

Viernes, 15 de octubre 2021, 00:49

El británico Jonathan Powell (1956) fue director de gabinete de Tony Blair y facilitador de la conferencia de Aiete hace diez años, además de mediador ... en el diálogo con ETA y en otros procesos de paz como el de Irlanda del Norte y en Colombia. Participante ayer en las Jornadas Internacionales organizadas por el Foro Social Permanente, se muestra convencido de que «ahora toca en Euskadi una negociación discreta de la reconciliación».

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- ¿Qué lección saca de su experiencia como mediador en el País Vasco y en Irlanda del Norte?

- Todas las negociaciones son diferentes pero también hay muchas similitudes. El conflicto de Irlanda del Norte no tenía nada que ver con el conflicto vasco pero también hay lecciones que se pueden aplicar. En Euskadi la negociación fue subterránea.

- Los gobiernos siempre dicen que nunca dialogarán con terroristas pero acaban haciéndolo. Usted defiende que es lo que hay que hacer. ¿Por qué?

- Sé que es muy difícil para los gobiernos democráticos hablar con los terroristas. Por eso las negociaciones empiezan en secreto. En Irlanda del Norte teníamos un canal secreto de negociación desde 1972. En España todos los gobiernos han dialogado en secreto. Y es necesario que sea así para poder desarrollar un proceso que pueda sobrevivir cuando salga a la luz. No estoy diciendo que siempre haya que hablar con todos los grupos terroristas. Hay que hacerlo si tienen un importante apoyo político detrás. No lo haría, por ejemplo, con las facciones escisionistas del IRA.

La ruptura

«La radicalidad de los representantes de ETA tras la T-4 hizo cambiar a la izquierda abertzale»

- ¿Qué es lo que más le sorprendió del caso vasco?

- La crispación política entre el PP y el PSOE. En Irlanda del Norte, cuando Blair se convirtió en líder laborista, apoyó a Major en sus esfuerzos para lograr la paz.

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- ¿El atentado de la T-4 aceleró el final? ¿Recibió el Gobierno español un mensaje a través de Blair para retomar la negociación tras la bomba en Barajas?

- Blair nunca transmitió una propuesta. Pero es cierto que la bomba de la T-4 fue como el atentado del IRA en 1996 en Canary Wharf, en Londres, cometido por el IRA, después del primer alto el fuego con Major, que, en opinión del IRA y del Sinn Féin, no cumplió su parte del acuerdo. En el caso vasco, el primer acuerdo entre el Gobierno de Zapatero y ETA no fue cumplido en la práctica por ninguna de las dos partes, con lo cual todo se desmoronó. El punto de ruptura ocurrió un poco más tarde. En la última negociación de Ginebra (mayo de 2007), los de ETA que acudieron a esas negociaciones mantuvieron una línea muy dura. Y eso hizo que fuera imposible llegar a un acuerdo. Y yo veía que a los dirigentes de la izquierda abertzale no les gustaba nada ver lo que hacían los representantes de ETA. Y es cuando la izquierda abertzale volvió para convencer a sus bases para que cambiara su posición. No se podía seguir así y había que buscar una solución política.

- ¿La radicalidad de ETA rompió la negociación y presionó políticamente a la izquierda abertzale?

- Sí, los representantes de ETA ejercieron una presión política sobre la izquierda abertzale.

- ¿La conferencia de Aiete no fue una pista de aterrizaje más simbólica que real para maquillar la derrota?

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- Fue más complejo. Aiete fue un elemento clave en ese camino hacia la paz. En los procesos de paz no se puede hacer todo de golpe. Hay que ir desglosando los elementos y marcando una serie de pasos. Fue crucial para ETA recibir ese llamamiento internacional para poner fin al conflicto armado. Y no estábamos seguros de que ETA iba a dar una respuesta positiva. Había un montón de pasos que se habían acordado, hubo un cambio de gobierno y algunos pasos no se dieron. El Gobierno del PP hizo todo por interrumpir el proceso. Fue como volar con un solo ala.

- ¿Sin la mediación internacional el final no hubiera llegado?

- Al fin y al cabo lo que es importante es lo que hacen las dos partes. Nosotros, como mediadores, jugamos un papel muy importante en Irlanda del Norte pero lo que importaba era lo que hicieran los unionistas y el Sinn Féin. Ellos, los mediadores, son los que merecen tener el Premio Nobel de la Paz, no nosotros; aquí, en el caso vasco tengo que rendir un homenaje al instituto Henri Dunant, que es el que comenzó todo el proceso. Sin los observadores, no hubiera llegado la paz de la manera en la que llegó.

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Negociación

«Hay que dialogar con los terroristas si tienen un importante apoyo político detrás»

Vía de escape política

- ¿Qué importancia tiene la presión policial a la hora de negociar con una organización terrorista?

- Lo importante es la combinación entre la presión policial de seguridad y una vía de escape política. Si solo hay presión policial, van a seguir luchando hasta el último momento, pero si solo tenemos esa vía de escape política no van a ir por esa vía a no ser que consigan todo lo que quieran. En Colombia el presidente Santos mantuvo la presión militar en todas las negociaciones, hasta el último momento. En Irlanda del Norte, sin el éxito de la presión policial y de la inteligencia el IRA no hubiera tenido ninguna motivación para negociar.

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- ¿El fin de la violencia de ETA es irreversible?

- Yo diría que habéis tenido mucho más éxito en el País Vasco que en Irlanda del Norte porque no ha habido ninguna violencia desde el acuerdo. Vosotros tenéis la reconciliación de verdad pendiente. No veo ningún riesgo de vuelta a la violencia en Euskadi, pero hay un problema político, y también en Cataluña, que hay que resolver.

- ¿Cree que Otegi debería condenar la violencia de ETA? ¿Sería bueno que se diera esa condena de la violencia?

- No quiero meterme en lo que es una discusión interna en el País Vasco acerca de lo que son las palabras y los términos a utilizar, pero sí creo que debe haber negociaciones privadas que den lugar a una reconciliación verdadera.

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