Pedalear sintiendo la caricia del mar entre Plentzia y Gorliz
Uribe kosta (Bizkaia) ·
Un ameno y cómodo paseo entre dos de las joyas de la costa vizcaína desde donde se puede ver la primera bodega submarina-arrecife artificial del mundoPedalear sintiendo la caricia de la brisa del mar y disfrutar a la vez del sol es una de las mejores sensaciones. La ruta entre ... Plentzia y Gorliz nos da la posibilidad de hacerlo, recorriendo además dos de las joyas de la costa vizcaína. Un paseo ameno en bicicleta por dos localidades unidas por sus playas.
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Nuestro recorrido comienza en Plentzia, una villa con tradición pesquera. Al lugar se puede llegar en metro, pero si optamos por el coche, se puede dejar en un aparcamiento situado junto a la estación. Una pasarela blanca de gran tamaño nos da la bienvenida. Una estructura moderna construida en 1992 que choca con la arquitectura del lugar. Un puente que sustituyó al viejo, cuyos cimientos quedaron maltrechos tras la riada de agosto de 1983. Al atravesarlo se puede observar en el agua gran cantidad de botes fondeados sobre la ría que, en función de la marea - ya sea baja o alta-, muchos quedan encallados.
En bici
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Distancia 8 km.
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Lugares de interés: Bodega submarina y pinar de Gorliz.
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Dificultad: Fácil.
La carretera, de un único sentido, nos lleva hasta la plaza del Astillero, donde se ubica el Ayuntamiento, y donde hubo un antiguo casino, convertido hoy en día en hotel. Continuando por la vía llegamos al puerto de Plentzia. Allí descansan gran cantidad de barcos y donde todavía es posible presenciar cómo adecentan algunos. Un lugar ideal para hacer una pequeña parada en uno de los múltiples bares de la zona, presenciar la ría con el pequeño arenal de Txurria a los pies del monte Barrikabaso. Asimismo, podemos ver el barco de la Bodega Crusoe Treasure, la primera bodega submarina-arrecife artificial del mundo, que realiza visitas guiadas.
Tras la breve degustación gastronómica, continuamos por el paseo a la par de las playas de Plentzia y Gorliz, perfectos para los más pequeños, ya que aquí apenas hay olas.
En el paseo también encontraremos varios accesos al Pinar de Gorliz, un lugar ideal para descansar bajo la sombra de los árboles y donde también hay mesas para almorzar y realizar barbacoas. Al llegar al espigón de Astondo, encontramos el busto del Doctor Areilza, fundador del centenario Hospital de Gorliz que podemos ver frente al arenal.
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