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La nieve cubre los viñedos y el templo de Santa María de la Piscina, en San Vicente de la Sonsierra. Justo Rodríguez
Luz en tiempos oscuros

Luz en tiempos oscuros

El Camino de Santiago pobló la región de templos y monasterios de gran riqueza arquitectónica durante la Edad Media

iratxe lópez

Jueves, 14 de febrero 2019, 17:53

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Corría el siglo X cuando los reyes de Pamplona decidieron establecer su corte en la localidad riojana de Nájera. Con esta medida encauzaron el Camino de Santiago a través de aquellas tierras, campos recorridos por peregrinos que descansaban cuerpos y almas en los templos de la zona. La apertura de la vía a Compostela supuso el florecimiento de un románico apreciable en monasterios, iglesias, ermitas y esculturas que entonces dejaba boquiabiertos a los seguidores de la fe y, hoy, enamora a los turistas.

Ruta del románico de La Rioja

  • Webs www.lariojaturismo.com y www.riojaromanica.com.

La ruta del románico en La Rioja ha de completarse en coche aunque, llegados a cada lugar, se hace preciso dedicar un tiempo a explorar los interiores. Así tomará conciencia el visitante del grosor de aquellos viejos muros, de construcciones en las que todo debía ensalzar la gloria de Dios. Al Dios fuerte de las Cruzadas, que perduraría eternamente. Al que te acoge en su seno y se cuela convertido en luz a través de las ventanas. Que invita al recogimiento en la oscuridad. Ése que imaginaban con temor los hombres y mujeres del Medievo, al que dirigían oraciones mientras repasaban las pinturas murales que entonces cubrían paredes azules, rojas y doradas, tallas, reliquias y altares ahora desaparecidos.

La catedral de Santo Domingo de la Calzada.
La catedral de Santo Domingo de la Calzada. Albo

Comienza tu viaje en Logroño, en el casco antiguo de la capital. La iglesia tardorrománica de San Bartolomé es el primer descubrimiento de nuestro camino, con su cabecera decorada por ajedrezado típico de los templos jacobeos. Después habrá que dirigirse hacia Navarrete para conocer el hospital de peregrinos de San Juan de Acre. No busques el edificio, pues solo permanece su portada románica, que hoy sirve de acceso al cementerio. Fija tu atención en los arcos, en la talla de dientes de sierra, de influencia normanda. En los capiteles historiados con escenas: dos peregrinos en un alto del camino a Compostela, San Jorge matando al dragón. Imagina el rostro de aquellos penitentes iletrados que aprendían el sentido del cristianismo a partir de imágenes como éstas.

Después toca cruzar el Ebro, seguir hasta Peciña. Cerca de San Vicente de la Sonsierra, la ermita de Santa María de la Piscina (1136) recuerda las Cruzadas, cuando el infante don Ramiro, nieto del rey navarro García el de Nájera, entró en Jerusalén por la piscina probática (asociada a la curación). Acércate hasta Treviana para conocer el Centro 'Rioja románica', gracias al cual entenderás mejor la próxima parada, la catedral de Santo Domingo de la Calzada. La 'estrella' de la arquitectura medieval en la provincia alberga el sepulcro del santo, ejemplo de arte funerario. Su ábside semicircular y capiteles de cabecera, junto a hallazgos escultóricos en el altar mayor, resultan envidiables.

Panteón real

Más adelante, Nájera ofrece al mundo Santa María la Real, donde descansan para siempre el poeta Garcilaso de la Vega y la reina doña Blanca de Navarra. Hace brotar furores devotos, además, la imagen de Santa María, hallada por el rey don García dentro de una gruta. En San Esteban de Viguera y Santa María de Arcos de Tricio lo esencial es descubrir las pinturas murales al fresco. En San Millán de la Cogolla, la ampliación del antiguo monasterio mozárabe de Suso y el bellísimo sepulcro del santo, en alabastro. En Yuso, su monasterio, con la arqueta de San Millán decorada en marfil y la de San Felices que protege sus reliquias.

Iglesia de San Bartolomé, en Logroño.
Iglesia de San Bartolomé, en Logroño. Juan Marín

Finaliza esta ruta en el alto Najerilla; allí aguarda la talla de la patrona de La Rioja, la Virgen de Valvanera, la iglesia de la Asunción de Villavelayo, compuesta por arcos de herradura y la ermita de San Cristóbal presidiendo el paisaje, en Canales de la Sierra, dueña de un pórtico cerrado y decorada con capiteles. Acaba la primera senda pero no el románico de la provincia. Queda aún visitar la ruta del río Tirón, cuyo inicio lo marca el puente romano de Cihuri, reconstruido en la Edad Media. Pasa después por Tirgo para conocer la iglesia de El Salvador, su portada de motivos vegetales y geométricos. Sigue hacia Cuzcurrita, donde admirar Nuestra Señora de Sorejana para recalar en Ochánduri, solar de la ermita de Legarda, con destacable espadaña, y de la iglesia parroquial.

El norte espera ahora. Llega hasta Treviana, a la Concepción, en el Pago de San Pedro, sobre la vertiente derecha del río Aguanal. Disfrutarás con los capiteles de la ermita de Nuestra Señora de Junquera y conocerás, si aún no lo has visto, el Centro del Románico. En Fonzaleche la parada se hace frente a la iglesia de San Martín, con ábside semicircular de tres ventanas. Después llega el turno de los restos del templo románico de Arcefoncea, en Foncea.

El monasterio de Yuso.
El monasterio de Yuso. Miguel Herreros

La frontera natural de los montes Obarenes, en Cellórigo, concede al viajero vistas para deleitarse. Cristianos y musulmanes se disputaron la zona, perdiendo la vida y la esperanza en continuas batallas. En esa localidad están la iglesia y la ermita de Santa María del Barrio. Más tarde deslumbrará la tardorrománica de San Esteban (XII y XIII) en Galbarruli; los canecillos y capiteles en la iglesia de Villaseca, descritos como los mejores ejemplares del románico calceatense en la zona. En Castilseco es recomendable entrar a oscuras para percibir la luz que se cuela a través del alabastro de las aspilleras colocadas en el ábside, sentir los sonidos o el silencio, la temperatura y la humedad. Acaba este paseo en Sajazarra, dentro de su iglesia de la Ascensión y de la ermita de Santa María de Cillas, llegadas a nosotros desde el siglo XIII.

Ermita de Nuestra Señora la Virgen de Sorejana.
Ermita de Nuestra Señora la Virgen de Sorejana. Justo Rodríguez

Y aún hay más, porque queda explorar la ruta del río Oja. La ermita de San Román de Ajugarte en Casalarreina. El arco triunfal de la Magdalena de Baños de Rioja. Y la iglesia parroquial de Villalobar de Rioja. Frena tu recorrido delante de Santa María de la Anti gua, en Bañares. Sorprende su portada del siglo XIII, la Epifanía del tímpano y un Crismón en el dintel que se reproduce a lo largo del Camino de Santiago. En Santasensio de los Cantos hay que ver la ermita de la Asunción, de ábside poligonal. En Ojacastro y Ezcaray, las primitivas torres románicas adosadas a las iglesias de San Julián y Santa Basilisa, y la de Santa María la Mayor, respectivamente.

Zorraquín cuenta con magníficos capiteles tallados que representan el martirio y posterior aparición de San Esteban en el templo que lleva su nombre. El redoble final lo marca la iglesia de Tres Fuentes en Valgañón, con una portada que mantiene uno de los pocos tímpanos tallados en el románico de La Rioja. La misma localidad acoge el famoso Cristo de Bañares.

Un hombre examina los paneles del centro de Treviana. Rioja Románica

Centro especializado

Saber más es importante para aprender qué vamos a descubrir o para repasar lo ya visto con el fin de afianzar los conocimientos. Ayuda en este labor el centro 'Rioja Románica', situado en la localidad de Treviana. Allí esperan recursos que acercarán al patrimonio de cada ruta elegida, como la sala de proyección donde detenerse para disfrutar de un audiovisual. El complejo acoge además un espacio de paneles informativos en el que el visitante puede apreciar de cerca piezas de cantería y una sala de documentación dotada de una amplia biblioteca sobre la Edad Media y al arte medieval. (Dirección: Alta San Miguel, 1, Treviana. Teléfonos: 638302387/941326080)

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