Los tiempos han cambiado y el enemigo del verano no es el mosquito, el incendio, la intoxicación o el atasco en la carretera de la ... playa, sino el proceso de reflexión. Puestos a elegir entre el tsunami en la playa del Índico y el proceso de reflexión en las fiestas del pueblo, hay que elegir el tsunami. Es rápido, brutal y no tiene discurso. No da la brasa. El proceso de reflexión es en cambio edificante, abtruso y catequista. Lo comprobamos cada año en el verano vasco llegadas las fiestas de pueblos y ciudades. Lo que ha pasado en nuestros festejos patronales es, desde luego, digno de verse. La misma gente que ayer jaleaba el linchamiento del enemigo político en el recinto de txosnas hoy erige altares de virtud organizada en comités de fiestas indistinguibles del Ejército de Salvación.
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Bueno, vamos allá: inaugura las lecciones de moralidad del verano 2025 el pueblo vizcaíno de Arrigorriaga. Un proceso de reflexión ha conseguido que este año se deje de contratar allí a la exitosa orquesta Vulkano para las fiestas de julio. ¿La razón? La «hipersexualización» de las mujeres del grupo. Una multitud de cuatro personas se manifestó el año pasado con un cartel frente al escenario y el comité de fiestas tomó nota. Y canceló.
Todo se ha sabido cuando el PNV preguntó en el Ayuntamiento por Vulkano como Apolo en el cuadro de Velázquez, o sea, con mala intención. La alcaldesa de Bildu señaló entonces el pecado de hipersexualización. En la orquesta aseguran que el vestuario de sus cantantes y bailarinas lo escogen por motivos artísticos varias mujeres. Y vienen a preguntar si, llegado el caso, en Arrigorriaga le pondrían un sayo a Madonna o Taylor Swift, que son también de enseñar mucha pierna. Recuerda además la orquesta cancelada que, cuando han actuado en Arrigorriaga, siempre hubo una multitud pasándoselo bien, incluso detrás de las cuatro personas de la pancarta. Cabe imaginar que es a esa multitud a la que en el Ayuntamiento quieren reeducar, apoyando a los comités pedagógicos que juegan a enseñarle al pueblo -al pueblo de verdad, al que va a los bailables- a no divertirse incorrectamente. Que la Orquesta Vulkano es de las buenas se sabe inmediatamente porque en el nombre lucen una ka: la estrella Michelín de la verbena.
Líneas rojas
De pronto, Feijóo no deja de decir 'prostíbulo' y en el debate público se abordan las diferencias entre sauna y burdel, entre prostitución y mundo 'swinger'. El país atraviesa un momento babilónico. Es el momento de que los poetas decadentes sustituyan en las tribunas a los politólogos. Ganemos, al menos, por el lado de la escritura. También es el momento en el que se han cruzado todas las líneas rojas. Todas las de esta semana. El líder de la oposición le sacó al presidente los prostíbulos del suegro en un movimiento calculado. Fue también un movimiento rastrero, sucio, nada honorable. Nadie es responsable de lo que haga su suegro. Tampoco de lo que haga su hermano. Y el presidente del Gobierno, hace dos años, nada menos que en la sesión de su propia investidura, le mentó el hermano a Ayuso, que no podía responder, con toda premeditación, etc. Babilonia es un lugar en el que en los peores callejones hay gente con la cara cruzada por cuchilladas que te exige a ti honorabilidad. Ayer Óscar López definió a Feijóo como el político más sucio de la democracia. Óscar Puente lo definió en cambio como el más inmoral. Faltó Jack el Destripador llevándose las manos a la cabeza: «Hombre, por Dios, ¡las líneas rojas!»
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