Urgente Muere un vizcaíno de 38 años y varios familiares resultan heridos en un accidente de tráfico en Huesca

Incertidumbres vascas

Editorial ·

Euskadi afronta el nuevo año en un clima de crispación política y desaceleración económica tras un largo periodo de estabilidad

el correo

Domingo, 30 de diciembre 2018, 00:33

La estabilidad de la que ha disfrutado Euskadi en los últimos años se ve rodeada de incertidumbres en vísperas del arranque de 2019. El oasis vasco, auspiciado por la favorable evolución de la economía y por los pactos que han garantizado la gobernabilidad en la mayoría de las instituciones, se verá sometido en los próximos meses a exigentes exámenes que pondrán a prueba su consistencia y sus perspectivas de futuro. La desaceleración del crecimiento, cuyos síntomas son ya evidentes, se intensificará a corto plazo en un contexto internacional adverso, con previsibles efectos negativos sobre el mercado laboral. Aunque la actividad mantendrá un pulso vigoroso, las previsiones de diversos organismos coinciden en que, tras la recuperación que siguió a la crisis, la fase más expansiva del ciclo pertenece al pasado. A una economía con un fuerte peso exportador como la de Euskadi poco le favorecen la debilidad de Alemania –el principal cliente exterior de las empresas vascas–, la ofensiva contra el diésel o la guerra arancelaria desatada por Trump. En ese contexto, mantener un fuerte dinamismo e impulsar una intensa creación de empleo de calidad son dos de los principales retos a los que se enfrenta Euskadi. La obligada prórroga de los Presupuestos del Gobierno vasco por la falta de apoyos para aprobar el proyecto de 2019 refleja un aumento de la crispación política que lastra la consecución de acuerdos. Las elecciones municipales, forales y europeas del 26 de mayo constituirán una prueba de fuego para la alianza PNV-PSE que controla las principales instituciones vascas. Esa cita servirá no solo de termómetro para medir el grado de satisfacción popular o el desgaste de los ayuntamientos que controlan y de las tres diputaciones. También del Ejecutivo en minoría de Iñigo Urkullu, que se ha visto sacudido en los últimos meses por el escándalo de la OPE de Osakidetza, la gestión del 'caso Cabacas' o el juicio por la presunta trama corrupta encabezada por Alfredo de Miguel. Las alianzas posteriores a los comicios locales ofrecerán pistas acerca de si los recientes escarceos entre los jeltzales y EH Bildu son una seria alternativa de futuro para la gobernación de Euskadi. La deliberada hibernación a la que el PNV ha sometido su acuerdo con la izquierda abertzale para una reforma del Estatuto en clave soberanista, no le exime de deshojar una margarita esencial para el porvenir del País Vasco: si persiste en una vía sin encaje legal ni futuro o apuesta por actualizar el amplísimo autogobierno de Euskadi sin devaneos rupturistas más o menos camuflados que dividan a la sociedad.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad