El nuevo sistema para llevar al perro en el coche sin que te multen

Cada vez es más habitual viajar con nuestra mascota. Los conductores son conscientes de que el perro, el gato o cualquier otro animal doméstico debe viajar de forma segura en el vehículo. Para evitar que estos se hagan daño, así como que causen lesiones a los demás ocupantes.

El artículo 13 de la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial establece que el conductor debe garantizar que nada le entorpece ni dificulta su visibilidad. Por ello, debe procurar que los animales no causen «interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos». La DGT impone multas que oscilan entre los 80 euros si el animal va suelto y de entre 200 y 500 euros si está situado en el habitáculo del conductor.

Ahora, la Ley de protección, derechos y bienestar de los animales recién aprobada establece que el dueño debe atender «las necesidades fisiológicas y etológicas de los animales» durante los viajes. Asimismo, asegurarse de que el medio de transporte disponga de espacio y garantice «la seguridad vial y la seguridad» de la mascota durante el trayecto, pero no detalla cómo aplicarlo.

En los desplazamientos con nuestras mascotas es importante que el animal vaya bien sujeto. La empresa vasca especializada en seguridad Babyauto ha lanzado al mercado un sistema para perros de hasta 20 kilos. Se denomina 'travel fix'. Un dispositivo basado en los utilizados para la retención infantil.

El ingeniero jefe de este sistema, José María Nacenta, asegura que «no existe ningún estudio biomecánico en el mundo publicado a fecha de hoy sobre cómo afectan a los animales los impactos. La bibliografía que hay sobre comportamiento del cuerpo humano en accidentes, que es lo que se usa para diseñar los maniquíes antropomórficos, no existe para animales».

Nacenta explica que llevan más de dos años desarrollando el producto para que el precio final sea competitivo. Lo han conseguido a ajustar a 249 euros, aunque hay ofertas por las que se puede conseguir por 199 euros. «Aunque no hemos ahorrado nada en el planteamiento general, en construir dummies -inexistentes con la forma de mascotas-, en hacer multitud de pruebas de impacto hasta tener el producto definido e incluso en desarrollar una norma propia para la evaluación de estos sistemas que nos está testando una entidad certificadora», sostiene.

«El principio físico es el mismo que para cualquier ocupante de vehículo», explica. De hecho, en las pruebas realizadas en el Laboratorio de Impacto en Motorland (Alcañiz, Teruel), junto a los investigadores de la Universidad de Zaragoza, «se usa el mismo pulso de deceleración que para testar las sillas infantiles, asientos y anclajes de asientos para vehículos de menos de 3.500 kg.».

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