Salud Mental mantiene la apuesta por el asistente personal pese a la baja demanda

A lo largo del año pasado, aunque desde que antes de la pandemia arrancaran con el proyecto fue el que menos gente formaron, capacitaron a una veintena de profesionales. Gente que confían en que no tenga ninguna dificultad para convalidar su capacitación de manera oficial, ya que de cara a este mismo año están a la espera de que salga una normativa que incluya esa especialización dentro de los estudios de formación reglada.

De momento, desde Salud Mental Miranda, están atendiendo seis casos de usuarios que cuentan con el apoyo de un asistente personal para llevar a cabo diversas tareas más o menos cotidianas. A estas hay que sumar otros 5 o 6 jóvenes que están en el programa de Empleo de Salud Mental y para los que el propio colectivo ha contratado un asistente que apoyo sus necesidades en aquellos momentos o actividades en que lo necesiten.

«Hay gente que lleva con ese servicio tres años y a la que le ha cambiado la vida a mejor. Son personas que no venían al centro de día y no participaba en actividades, apenas salían de casa y ahora tienen una vida más activa. Así que estamos muy contentos», reconoció Bujo; que calcula que en los años que lleva en marcha el programa, habrán formado a un centenar de personas. De ellas, trabajando en la entidad para atender los distintos casos que lo requiere, hay tres.

De todos modos, reconoce que «está dando menos empleo del previsto inicialmente». Aunque son conscientes de que arrancar justo el año previo a la pandemia no ha ayudado a que se asiente y crezca la iniciativa. Pero se muestran contentos por el hecho de que «se ha consolidado y la gente que tiene los servicios los valora mucho. De hecho, quien puede ha ido incrementando las horas en las que cuenta con ese apoyo. Es una figura muy importante para los usuarios, les da mucha seguridad».

Por eso, Bujo está convencido que será una opción que vaya creciendo y que se trata de una profesión de futuro. «Mucha atención a personas mayores y con discapacidad tiene que venir por ahí, porque es la manera de permitirles seguir viviendo en su entorno habitual», zanjó.

Por otro lado, Miranda acogerá la celebración regional del Día Mundial de la Salud Mental, el 10 de octubre; una jornada que congregará en al ciudad a un nutrido grupo de entre 500 y 700 personas llegadas de todos los puntos de la comunidad. El doble de las que se dieron cita en la ocasión anterior en la que fue la asociación mirandesa la que se encargó de la organización, hace más de 15 años. «Haremos una marcha por la ciudad reivindicando nuestros derechos», avanzó.