«En un pacto de gobierno hay que compartir proyectos para lucirse y también problemas»

-¿Cómo valora los primeros días del pacto?

-Estoy con muchas ganas y muy motivada ante este nuevo escenario político en el que dos partidos compartimos equipo de gobierno y responsabilidades. Es lo que demandaba la ciudadanía tras el paso por las urnas. Podíamos haber gobernado solos, con acuerdos puntuales, pero la diferencia con la anterior vez que lo hicimos, es que en aquel momento había tres partidos a la izquierda y ahora solo uno.

-Perder la mayoría absoluta entraba dentro de los planes, pero seguramente no esperaba perder 3.500 votos.

-Todos los partidos deberíamos analizar qué hemos hecho para que la participación haya sido tan baja, más allá de que las elecciones coincidían con San Juan del Monte. Ahora mismo no sopla viento favorable a nivel nacional para el PSOE, y la tendencia general tiene un efecto arrastre en el plano local. También tenemos que valorar que gobernar desgasta, y personalmente creo que nos han pasado factura cuestiones que no hemos podido solucionar como la limpieza viaria o la situación de Policía Local y Alfonso VI.

-Precisamente algunos de esos conflictos pertenecen a las carteras que ha cedido a IU- Podemos.

-En un pacto, es muy importante compartir partes del programa que permitan lucirse pero también preocupaciones. Si IU- Podemos tiene cuatro concejales, lo lógico es que asuman cuatro concejalías. Del actual presupuesto, dos tercios estará gestionado por el PSOE y un tercio por la coalición, que es un porcentaje proporcional al número de ediles.

-El PSOE conserva Obras, Servicios Sociales y Promoción Económica. ¿Considera que son los pilares que sustentan su gestión?

-Sí, pero sin desmerecer al resto de áreas y sin olvidar que cuando hay un pacto de gobierno todo tiene que estar consensuado. No podemos pensar en concejalías estanco, sino en trabajar de forma transversal.

-¿Le ha costado retirar competencias a algunos de sus concejales?

-Claro, pero era necesario para llegar a un acuerdo y todo el equipo del PSOE lo ha entendido. Tuvimos una asamblea con la militancia, en la que hubo una gran asistencia, y en la que se respaldó el pacto.

-¿Teme que algunos problemas que se arrastran del pasado puedan generar discrepancias con sus socios?

-Seguramente las habrá, porque la política es muy intensa, pero ambas partes debemos ser conscientes de que la gente ha pedido que nos entendamos pese a nuestras diferencias.

-¿Cuál es la clave para que un pacto tenga estabilidad?

-La lealtad. Somos formaciones diferentes pero tenemos que demostrarnos confianza y saber gestionar de forma conjunta, para aprobar presupuestos que reflejen de manera proporcional el programa de los dos partidos.

-En la pasada legislatura aseguraba que estaba abierta a pactos a futuro pero que veía muy difícil llegar a acuerdos con IU si continuaba Guillermo Ubieto. ¿Qué ha cambiado?

-No ha sido una negociación fácil, pero ha existido responsabilidad por ambas partes. Los dos hemos cedido y las reuniones han sido muy cordiales. De todas formas no me sorprende que se haya podido alcanzar un pacto porque tengo suficiente experiencia política como para saber que la vida da muchas vueltas, y la anterior etapa ya está superada. Además, Ubieto y yo no tenemos ningún problema personal, sino que los enfrentamientos han sido exclusivamente políticos.

-Está acostumbrada a una oposición beligerante, que ahora estará solo a la derecha. ¿Se ha polarizado la política mirandesa?

-Sí, y con su planteamiento ideológico, veo complicado que Vox pueda aportar algo. Salvo que renuncie a sus planteamientos contra el feminismo, contra el colectivo LGTBI o contra la población migrante, es imposible que podamos llegar a ningún acuerdo. En el PP veo un cambio de postura respecto a la pasada legislatura en su portavoz, y aunque aún estamos empezando, creo que va por una línea de oposición mucho más escorada a la derecha. Es lo que tiene competir por los votos con la ultraderecha, que al final te acabas radicalizando, y es algo que estamos viendo también a nivel nacional.

-De los problemas municipales más candentes, ¿cuál es el que más le preocupa?

-Sin duda, el conflicto con Policía Local. Tenemos que llegar a un acuerdo, pero para eso tiene que haber voluntad por su parte.

-¿Y qué inversiones son las prioritarias?

-La piscina, que es un tema judicializado. También es importante realizar mejoras en calles del centro urbano y en los barrios.

-¿Qué efecto pueden tener las elecciones generales de julio en su legislatura?

-Los mirandeses nos jugamos mucho porque este Gobierno ha apostado por Miranda, como se demuestra con la inversión de 14,5 millones de la depuradora, la supresión del paso a nivel de El Crucero o el centro de competencias digitales de Renfe. Pero reitero que sobre todo me preocupa la radicalización del PP, porque nunca he visto un ataque tan personal a un presidente como el que se hace a Pedro Sánchez, ni siquiera en la última época de Felipe González, generando odio sin argumentos políticos. En la Junta ya estamos viendo lo que puede suponer un pacto entre PP y Vox, a pesar de que en muchas ideas no han podido avanzar precisamente porque se lo impide la normativa estatal. Pero ahí está su protocolo antiaborto, que es machista y trata a las mujeres como seres infantiles que necesitan tutela.

-Hasta ahora las relaciones con la Junta han sido cordiales, ¿ve más complicado entenderse en esta legislatura debido a la influencia de Vox?

-Veo una Junta encorsetada, con un pacto que cada mes deja en vergüenza a Castilla y León en todo el país con sus propuestas. Están gestionando mal la economía y eliminando convenios culturales que funcionaban bien. Todo eso tiene repercusión en Miranda.

-Sin embargo, en la captación de empresas, la administración regional y local han ido de la mano.

-Si Miranda es una excepción en la comunidad autónoma en la creación de empleo es gracias al trabajo de Miranda Empresas. La Junta saca pecho, pero miente cuando habla de que ha hecho las gestiones para la llegada de nuevas empresas, porque todas han sido captadas por nuestra oficina de promoción económica. El mejor ejemplo es que el Ayuntamiento siempre ha respetado la confidencialidad que firmamos con los inversores, y sin embargo la Junta sale públicamente a apuntarse el tanto. Si fueran ellos los que captan, no podrían hacerlo porque deberían guardar silencio por las cláusulas que se firman.

-Le han acusado en reiteradas ocasiones de carecer de proyecto de ciudad, ¿qué Miranda le gustaría dejar dentro de cuatro años?

-Es curioso que lo diga el PP, que ha hecho tan pocas propuestas que se pueden contar con los dedos de una mano. Nuestro proyecto es una ciudad con la promoción económica como eje vertebrador y con excelencia en Servicios Sociales. Es posible que mi labor se valore más dentro de un tiempo, cuando se vean los proyectos empresariales que hay en marcha en Ircio, aunque en estas legislaturas también se han hecho cosas vistosas e importantes como la nueva biblioteca o el centro de bienestar animal.