La grieta es infranqueable

«Imposible pasar por aquí». La voz de Alex Txikon a través del talkie ha sonado firme y clara. La ha repetido dos veces. Cuando la ha pronunciado estaba en el borde mismo de la grieta que ayer detuvo a los sherpas. «Imposible… Esto no lo pasamos ni con siete escaleras», ha sentenciado.

Al final, lo que parecía una ventaja -la falta de nieve- se está convirtiendo en el gran hándicap para la expedición del alpinista vizcaíno y Simone Moro que intenta la primera invernal íntegra al Manaslu. El glaciar que hay que atravesar entre los campos 1 y 2 está más vivo que nunca por la ausencia de la nieve y los problemas no tienen porqué limitarse a esa grieta. «Aunque la consigamos cruzarla, no sabemos lo que nos vamos a encontrar después», continuaba Txikon. Y es que visto lo visto nada más entrar en el glaciar, lo más probable es que todo el glaciar este así, lleno de grietas, y sea infranqueable.

Esta circunstancia va a obligar al grupo a cambiar de táctica y quizás incluso de ruta. De momento, el grupo ha decidido replegarse al campo base para analizar las distintas opciones y se les espera en el CB a lo largo del día.

El equipo se había dividido de mañana. Alex, Simone, Chhepal y Kalden han subido por el glaciar hacia la grieta para comprobar in situ si era tan infranqueable como habían dicho los sherpas el día anterior. Mientras, Iñaki Álvarez y Gelum, uno de los sherpas de refuerzo del equipo, bajaban hasta la zona segura de la ruta para recoger las dos escalas que habían subido desde el campo base los ayudantes de la cocina. Al final, el viento les ha impedido llegar siquiera al campo 1 con las escalas, ya que las escalas a la espalda en la zona de cuerdas fijas les han hecho efecto veleta y ha estado a punto de derribarlos.