Nirmal Purja ha removido los cimientos del himalayismo y no me extraña. He seguido con atención lo que ha hecho y desde luego tiene un mérito increíble. No estoy de acuerdo con aquellos que dicen que eso no es alpinismo. Te podrá gustar más o menos, pero lo que ha hecho es asombroso y está al alcance de muy pocos y, desde luego, no occidentales.
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Porque me alegra especialmente que el que ha logrado esto sea un nepalí, no un occidental. El himalayismo sherpa es ya mayor de edad y Nirmal Purja lo ha demostrado. Cada año suben a los ochomiles más nepalís que alpinistas del resto del mundo, y nadie lo destaca. Actualmente hay más de 100 sherpas con el título de guía internacional, tan preparados como los guías de Chamonix, y cada año se preparan decenas de ellos, pero nadie habla de ellos. Desgraciadamente la historia del alpinismo es occidental y esta hazaña rompe esa tradición. Y pongo un ejemplo. Ang Rita sigue siendo la única persona que ha subido 10 veces al Everest sin oxígeno y lo hizo a finales del siglo pasado. Es un grande del himalayismo pero casi nadie le conoce. Si eso lo hubiese hecho un occidental lo hubiesen sentado a la vera de Messner.
El mero hecho de que esto lo haya conseguido un nepalí tiene un valor añadido. Este tío ha despreciado una jubilación de oro como militar y ha empeñado su vida en este reto, que casi se le va al traste por falta de financiación.
Alpinísticamente es mejorable, pero nadie se había planteado hacerlo antes, ni con oxígeno ni sin él. El único antecedente son los hermanos Martínez Novás, que se plantearon hacerlo en un año a finales de los noventa y lograron seis. Por eso lo conseguido merece todo el reconocimiento del mundo. Porque es un plan magistral en cuanto a estrategia, planificación y logística en montañas de ocho mil metros. Y todo en 190 días. Ahí está su mérito. Desde luego que los 14 ochomiles de Messner, Kuckuzka, Loretan, Carsolio, Oiarzabal o Iñurrategi, por estilo y por el momento en el que lo consiguieron, son alpinísticamente 25 millones de veces mejor que lo logrado por Nims, pero es otro estilo y otra época.
Incluso alpinísticamente tiene hitos importantes como lo que hizo en el K2. Abrir huella, equipar hasta arriba, bajarse de la cima y menos de 24 horas después hollar el Broad Peak… A ver cuántos son capaces de hacerlo en la actualidad. Quien solo se fije en que ha usado oxígeno está negando el himalayismo actual. Puede ser triste, pero es la realidad. Nirmal ha ascendido los 14 ochomiles en 190 días sin fallar ni uno. Ha dejado un récord para la posteridad, increíble para su época. Y como cualquier récord, habrá que esperar a que venga otro y lo intente mejorar. Y mejorarlo sería hacerlo sin oxígeno artificial, no mejorarlo en cuatro días o en una semana.
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