Un menú de fin de semana sorprendente, vinos estupendos y un precio muy asequible

Al cocinero Javier Clemente siempre le quedará la espinita de no haber podido trabajar en el restaurante Nerua, estrella Michelin de Josean Alija. Cuando estaba a punto de entrar, la pandemia truncó una de sus grandes ilusiones. Se sobrepuso y abrió junto a su mujer, Roxana Mamani, el bar Koldo en el barrio getxotarra de Romo. Gracias a sus tortillas y su excelente barra de pintxos se convirtió en unos pocos meses en uno de los locales de referencia del entorno. A finales de febrero abrieron Tartar Taberna, en la calle Santa Eugenia, cerquita de la salida del metro, un local en el que se apuesta por una cocina innovadora, ingeniosa y divertida.

Clemente es un cocinero muy imaginativo que comenzó con apenas 17 años fregando platos en el restaurante Begoña de Gorliz, donde conoció a Roxana y donde dio sus primeros pasos en los fogones. Tras un curso en la Escuela de cocina de Leioa pasó por las cocinas del Tagliatela, Kiosko, Trastevere y Casa de Marinos en Plentzia. Roxana, excelente jefe de sala, se dedica a la hostelería desde 2007 y ha trabajado en locales como el Begoña, Trastevere o Txoko de la Mari.

El Tartar taberna es un local muy cálido y acogedor. Tiene capacidad para 28 comensales en el interior y para 40 personas en la terraza. Cuentan con una barra de pintxos espléndida, donde destacan su tortilla, las gildas, el pulpo y diferentes focaccias. Y pronto ampliará la oferta de barra con raciones de croquetas caseras o mejillones al vapor, de los que sin duda darán una versión especial.

Disponen de una pequeña carta en la que todo está estupendo: volandeiras, crema de ajo asado, migas de pan con pimentón ahumado y aire de Godello; tataki de atún, con cama de guacamole, mayinesa de Kaisou y lascas de katsuobushi; tartar de atún con yema de huevo, botones mayonesa Kaisou y chipotle, rabanito encurtido y hebras de chile. No se pierdan sus hamburguesas, especialmente la Ami, carne, queso cheddar, cebolla caramelizada, y salsa de kimchi en pan brioche. Fuera de carta tienen platos langostinos acevichados, que son un verdadero placer, con ajoblanco y coco.

En breve dispondrán de un menú degustación pero su menú de fin de semana resulta sorprendente, con platos como ensalada de mozzarella con cebolla encurtida en lima, tomates cherry especiados asados al horno, polvo de aceituna negra y vinagreta de mostaza y albahaca; croquetas de la casa (cambian de sabores a menudo); tartar de atún; pimientos rojos asados con yema de huevo y trufa; carrilleras guisadas al vino tinto con espuma de patata; tarta de queso al horno. Y de postre, tarta de queso casera, tarta de tiramisú casero o tarta de zanahoria. Cuentan con unos vinos estupendos y a un precio muy asequible.

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