Ni papel de film ni de aluminio: el truco definitivo para conservar el queso y el embutido
Esta opción es la más recomendable para proteger los alimentos de la humedad y ayudar a que aguanten más tiempo
Conservar el queso y los embutidos en perfecto estado es una tarea nada sencilla si no se usan los métodos adecuados. A todos se nos ha quedado alguna loncha reseca al dejar abierto algún paquete que al final acaba en la basura. Normalmente usamos papel de film o de aluminio para intentar que la humedad y la exposición no aceleren su deterioro.
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¿Qué hacemos entonces con lo que nos sobra? Si queremos evitar la pérdida de sabor de estos alimentos, la opción más recomendable es emplear un recipiente hermético, preferiblemente de vidrio. Este tipo de tápers protegen los alimentos de la humedad y contribuyen a que aguanten más tiempo.
Así, existen también otros métodos muy útiles para la conservación de estos alimentos. El papel de horno es perfecto para quesos tiernos y semicurados. Si son curados o con moho superficial, lo mejor es envolverlos en un trapo de algodón ligeramente humedecido con agua para mantener su frescura.
En el caso de los embutidos, otra idea es cubrirlos con papel film y colocar por encima un trapo de algodón limpio. Esto ayuda a evitar que se seque y lo protege del aire y la luz. Si disponemos de la pieza de embutido entera lo mejor será que, antes de guardarla, apliquemos un poco de aceite de oliva en la parte del corte para evitar que se seque.
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