Calabacín, el alimento ideal para adelgazar

Si del cerdo, hasta los andares; del calabacín se come hasta su flor. Hablamos de una fruta muy versátil en cocina, a la que tratamos como una verdura. Es un producto que comienza a estar de temporada, rico, sabroso y repleto de buenas propiedades para nuestro cuerpo.

Permítanme que siga con mi empeño en que perdamos peso, que el calabacín es otro de esos aliados imprescindibles a la hora de afinar el cuerpo sin padecer los peores rigores de las dietas más sosas y aburridas. Su alto contenido en fibra y en agua combinado con su bajísimo índice calórico –apenas 20 calorías por cada 100 gramos– lo hace idóneo para perder algún kilito que otro. Además, la alta presencia de carotenos que acumulan los calabacines los convierten en cómplice de la vista, particularmente recomendados por la Sociedad Española de Oftalmología.

Recuerden que los alimentos de color naranja como la propia calabaza o la zanahoria son para echarle el ojo a la hora de cuidar nuestra vista: protegen de los estragos producidos por los rayos solares y previenen la degeneración macular, inevitable a medida que cumplimos años.

Sumémosle que la fibra del calabacín también contribuye a luchar contra el colesterol y la artoesclerosis, gracias al aporte de vitaminas A y C, y que reduce los niveles de presión arterial gracias al potasio y al magnesio, por lo que también es beneficioso para el corazón. También suma Omega 3 y contribuye a prevenir la gota: sus propiedades antiinflamatorias reducen el ácido úrico. ¡Salud a raudales!

En EE UU, donde es uno de los productos más consumido y venerado, lo celebran el 8 de agosto y es tradicional regalar calabacines a los amigos y vecinos. Una forma solidaria y expansiva de reducir el stock sobrante entre los granjeros.

Existe uno muy especial, protagonista de una de las grandes películas de la historia de la animación europea. Dirigida por Claude Barras, 'La vida de Calabacín' cuenta la historia de Ícaro en un centro de acogida después de perder a su madre, que le había puesto ese cariñoso apodo. Y no olvidemos el famoso pisto de 'Ratatouille'. Cuando Remy se ve obligado a improvisar una comida para sorprender al severo crítico gastronómico Anton Ego tirará de calabacines, berenjenas, tomates y pimientos para darle en todo el gusto.

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