Israel ataca Qatar porque puede. Así de sencillo. Qatar es la sede de las negociaciones entre Hamás e Israel, pero a la vez es un ... gran financiador de los islamistas y alberga una enorme base militar norteamericana. Se podría acusar de duplicidad al Gobierno qatarí, pero también a Netanyahu, pues aceptó que Doha fuese la sede de las conversaciones. Bombardear por sorpresa una capital extranjera mientras tus embajadores están allí negociando no es algo que quede bien en tu curriculum.
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Netanyahu podría haber rehusado negociar en Qatar, alegando de manera muy razonable que el anfitrión no era neutral, o presionar al emir de Qatar para que tuviese una conducta más coherente y pedir ayuda a Donald Trump al respecto. Los qataríes han mostrado mucho empeño en llevarse bien con el inestable mandatario norteamericano, rebajándose a la más rastrera adulación, regalándole un avión enorme y lujoso para que lo usase como avión presidencial. Mal negocio han hecho, pues el magnate se ha comportado como siempre, aceptando el carísimo regalo pero, después, si te he visto, no me acuerdo. Una valiosa lección para otras cancillerías. Es cierto que Trump ha exhibido su disgusto, pero todos sabemos lo poco que vale eso frente a un interlocutor dispuesto a plantarle cara.
Lo cierto es que los Estados árabes sufren una indefensión militar que roza lo patético. Los israelíes han atacado con diez aviones. La fuerza aérea qatarí dispone de 97: Rafales, Eurofighters y F-15 modernizados. También tienen un amplio surtido de misiles antiaéreos británicos, alemanes, franceses, noruegos y norteamericanos, incluyendo Patriots y Stingers. Muchos pilotos son mercenarios occidentales, mucho más eficaces que los árabes, no solo por la superior cualificación técnica y entrenamiento, sino por su capacidad de iniciativa e independencia de criterio, factores que la mayoría de los ejércitos árabes considera graves defectos, que se castigan con mucha severidad. Pero nadie disparó un solo misil; ningún avión despegó para combatir a los atacantes.
Nos dicen que la sorpresa fue absoluta, pero los israelíes tuvieron que atravesar el espacio aéreo jordano y saudí en un viaje de 1.600 kilómetros; unos 2.000, si dieron un rodeo sobre Siria e Irak. ¿Nadie los vio venir? ¿Ningún radar civil o militar les detectó? Los saudíes se llevan muy mal con Qatar, pero ¿hasta el extremo de mirar hacia otro lado mientras los israelíes cruzan tus cielos para atacar a un hermano árabe? Eso tampoco queda demasiado bien en tu currículum. Por eso Israel bombardea donde quiere y cuando le place: ¡Porque puede!
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En cualquier caso, el bombardeo israelí confirma que Netanyahu no busca acuerdo alguno, sino la victoria total por pura fuerza bruta. Por su parte, Hamás tampoco busca pactos pues sigue confiando totalmente en que Dios le dará la victoria sobre los 'infieles sionistas', y que para alcanzar la gracia divina, la totalidad de la población de Gaza y el territorio en sí son sacrificables, y que la propia Hamás y sus lideres son sacrificables también. Recordemos que estamos hablando de auténticos fanáticos, no de los habituales fantoches que simulan fanatismo para fingirse más duros.
Israel juega con enorme ventaja por ahora, pero la extrema debilidad militar árabe, su terrible incompetencia militar, no serán eternas, de manera que están sembrado una cosecha que les resultará muy amarga al final.
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