El héroe que devolvió siete granadas en el ataque de Hamás el 7 de octubre

Eran las siete y media de la mañana y apenas había pasado media hora desde que Hamás inició la ofensiva. Al igual que muchos otros festivaleros, Shapira intentó huir y terminó escondiéndose en un refugio antiaéreo ubicado al lado de la carretera junto a una veintena de personas. En el documental 'We Will Dance Again', estrenado recientemente por Movistar+, se ahonda en su figura y en la de uno de sus mejores amigos, Hersh Goldberg-Polin, estadounidense-israelí que fue secuestrado y más tarde fallecería en cautiverio.

Una 'dashcam' de un coche que se encontraba próximo al refugio captó la secuencia completa. Los terroristas llegaron al refugio y localizaron a varios civiles dentro. Comenzaron a disparar sus armas de fuego desde fuera y después lanzaron la primera granada al interior del refugio: «Vi que Aner la cogía con la mano y la lanzaba fuera. Lo hizo una vez y luego arrojaron otra. Cada vez que tiraban granadas dentro, él asumía la responsabilidad. Solo pretendía luchar y mantenernos con vida», relata Eitan, un joven de 28 años en el documental.

La octava granada fue la única que no pudo devolver. «Hubo una explosión muy grande y alguien cayó sobre mí. Cuando por fin pude levantarme, recuerdo que Aner ya no estaba con nosotros», cuenta Eitan. Por otra parte, Hersh Goldberg-Polin perdió el brazo en una de las explosiones y fue secuestrado. Siete personas salieron con vida del refugio.

Aner Shapira, crecido en el barrio de Arnona en Jerusalén, era un soldado de las fuerzas israelíes. Entre su principales pasiones se encontraba la música. Después del atentado se filtraron incluso canciones de rap compuestas por él mismo. Disfrutaba de la compañía de sus amigos, y sus cualidades atléticas destacaban en el ejército.

Los padres de Aner vivieron una angustia terrible porque sabían que su hijo había acudido al festival y el sistema oficial de comunicación a familiares no funcionaba. Shira y Moshe se enteraron de la muerte de su hijo a través del padre de unos supervivientes, que llamó a varias familias de las víctimas: «Quería llamarte porque tu hijo salvó la vida de mi hijo. Quería darte las gracias».