El candelabro

Jada

Estaba esperando a ver cómo reaccionaba Jada Pinkett Smith (el apellido del marido que no falte) a la agresión de su consorte en los Oscar. ... De hecho, me hubiera encantado que al regresar él a su asiento, tras haberle sacudido esa bofetada a Chris Rock, ella lo hubiera recibido a su vez con un sonoro sopapo, en plan: «¡Pero tú estás tonto o qué!». Habría sido un gag perfecto. Redondo. Refrescante. Desdramatizador. Y nada ofensivo para los apóstoles de lo políticamente correcto. Me pongo en el lugar de Jada y a mí me sentaría bastante mal que mi pareja me hiciera eso (actuar de primo de Zumosol sin que nadie se lo pida). Porque si tengo que defenderme (de palabra) ya lo haré yo, que no soy precisamente muda.

Publicidad

Jada ha tardado en pronunciarse pero por fin lo ha hecho. Eso sí, a través de su cuenta de Instagram y con un mensaje tan vago, «Es tiempo de sanación y estoy lista para ello», que lo mismo le vale para anunciar un champú reparador que como eslogan de una secta. Supongo que a su marido, y en casa, le habrá soltado frases bastante más concretas y contundentes. Pero al resto de los mortales los Smith-Pinkett han decidido hablarnos como desde el Olimpo, dando a entender que lo que hacen (hasta soltar una hostia) forma parte de un plan supremo.

«Es tiempo de sanación»... ¿Se referirá Jada a que va a meter a su marido en Coléricos Anónimos para intentar rehabilitarlo? ¿O hablará quizás de una cura para su cabello? Sabemos que lo único que frena la caída del pelo es el suelo, pero hoy existen mil trucos para disimularlo y más para una actriz. Por eso nunca pensé que a esta bella mujer se la pudiera ofender llamándola teniente O'Neil. Al contrario, yo creía que ella misma hacía gala de su espléndida alopecia. Algo así como: 'Soy calva, porque yo lo valgo'.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad