Las críticas de 'Cenando con Pablo' al Txispa, el restaurante que abrió a 200 metros del Etxebarri

El influencer Pablo Cabezali, conocido en redes como 'Cenando con Pablo', ha visitado Txispa, el restaurante que abrió en Axpe Tetsuro Maeda, chef que dejó el Etxebarri para montar su propio negocio en un caserío cercano con una oferta similar, con platos cocinados a la brasa y otros con un sofisticado toque oriental. Solo siete meses después de su apertura, el que fue discípulo del parrillero más alabado de Bizkaia, Bittor Arginzoniz, recibió su primera Estrella Michelin. Llegar y besar el santo. A muchos, sin embargo, les ha resultado imposible no comparar ambos restaurantes.

A juicio del popular creador de contenido, Txispa «no tiene nada que ver con Etxebarri». Cabezali siempre hace gala de su sinceridad en sus opiniones de los restaurantes que visita y, en esta ocasión, no ha salido del todo entusiasmado con la experiencia. «No he comido mal, pero tampoco espectacular. Sabiendo que es un chef que viene del Etxebarri... Yo he estado hace tres años en el Etxebarri y no tiene nada que ver, nada nada que ver. Hay un salto muy considerable», señala en el vídeo compartido en su canal de 'Youtube'.

Acompañado por el también creador de contenido @AndoniFitness, con quien se pegó un buen festín en el Amaren de Bilbao -allí pagaron una cuenta de 700 euros-, ha probado el menú que propone el chef nipón, que consta de 14 pases. Ambos se han quedado prendados de algunos platos como la ostra, la anguila, las gambas a la brasa o el postre de helado de fresa con pimiento choricero. «Está buenísimo, literal. Es una explosión para los sentidos», asegura.

Otros, sin embargo, no les han convencido tanto. Del pato dice que es «normalito, tirando a flojo» y la chuleta le ha parecido «demasiado fina de grosor». «Tengo sentimientos encontrados. Está buena de sabor, pero se les ha ido el punto porque es muy fina. Está más rosada que roja».

También opina que «no se trata de un restaurante para decir que has salido empachado». «Se me quedan escasos los platos, son muy ligeros», arguye. Durante la comida, en algunos momentos, se les ha hecho larga la espera y han pedido hasta seis raciones de pan. Asimismo, critica que se sirvan las mesas de forma sincronizada, todas a la vez. «Eso retrasa mucho. Han ido muy lentos. Hemos llegado a la 1.30 y hemos salido a las 5.30 y no hay tanto, son 14 pases... no es desmesurado», apunta.

Eso sí, uno de los detalles que le ha gustado es el recorrido guiado por el restaurante, ya que se permite a los comensales visitar la cocina, escuchar las explicaciones de Maeda y ver cómo prepara algunas recetas. «Eso le da un extra», elogia. Finalmente, ha pagado una cuenta de 505 euros. Lo esperado. A 250 euros el menú y el agua filtrada a 5, un precio que ha considerado razonable.

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