El candelabro

El arte

Tal vez haya que replantearse por enésima vez qué es el arte, aparte de morirte de frío. Las noticias que hablan de un volumen importante ... de falsificaciones en subastas y museos son cada día más frecuentes. La última, en el Museo Nacional de Eslovenia, donde su director ha tenido que dimitir cuando estaba a punto de inaugurar una exposición con cuadros falsos de Matisse, Degas, Picasso... Y ni se había dado cuenta. «De toros solo entienden las vacas, y no todas», decía el difunto ganadero Victorino Martín.

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Con esto por lo visto pasa lo mismo. Que de arte no entiende prácticamente nadie, y mucho menos los directores de los museos. Lo demostró en 2018 el descubrimiento de que un 60% de la obra exhibida en una prestigiosa pinacoteca del sur de Francia resultara ser más falsa que la falsa moneda. Lejos de echarse las manos a la cabeza, hubo expertos que señalaron que, sin llegar a tanto, hasta en el Louvre nos pueden dar gato por libre. Hace años, cuando compartía divertidos fines de semana en Manhattan con un grupo de artistas vascos, recuerdo que solían animarme a que me dedicara a la crítica de arte... «Pero si no tengo ni idea», replicaba yo. «¡Por eso!», coreaban ellos entusiasmados. Ahora leo que los falsificadores se inclinan más por el arte moderno... Lógico. Como que desde mi infinita ignorancia yo diría que un 'Rojo sobre rojo' de Rothko o un 'Blanco sobre blanco' de Malevich te los reproduce hoy cualquier pintor de brocha gorda. Sin embargo, quien sea capaz de reproducir 'La ronda de noche' de Rembrandt con tal perfección que para detectar la copia se requieran análisis químicos tiene todos mis respetos. Y a mi juicio no estaría falsificando el cuadro (ha sido capaz de pintarlo) sino únicamente la firma.

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