El Festival de Jazz se celebrará del 15 al 18 de julio en Vitoria en formato reducido

«El certamen se desarrollará con un formato adaptado a las condiciones sanitarias del momento. La organización está muy pendiente de la evolución de la pandemia y de las indicaciones de las autoridades sanitarias», señala la organización.

Esto se traduce en que la opción más viable ahora mismo sea una versión menor del habitual programa con sede en el polideportivo Mendizorra y en el Principal. De la misma manera, el peso internacional se recuperará en la programación, pero estará alejado del que han tenido figuras en carteles anteriores.

«No va a ser como cualquier otro año», afirma Iñigo Zárate, presidente del Festival de Jazz. «Estamos espectantes de cómo avancen las cosas y trabajamos siguiendo los pasos habituales. Nos movemos porque no se puede montar el festival en dos días pero la situación nos obligará a funcionar de otra manera».

La restricción de la movilidad, medida adoptada por países del todo el mundo, sumada a la limitación del aforo trasladan la idea de un festival menor. El año pasado, el Festival de Jazz se aplazó y puso en marcha un pequeño ciclo llamado VG Jazz Club que se celebró en la sala The Garage y en el Jardín Botánico de Santa Catalina con intérpretes nacionales como Ernesto Aurignac, Rubén Salvador y Javier Moreno. Aquella celebración se vio impulsada por la relajación de restricciones y se organizó en un tiempo récord contando con artistas conocidos por el festival.

El ciclo, sin embargo, era un evento simbólico para el público vitoriano que recordaba que el festival seguía en pie de otro modo, además de convertirse en una reivindicación de que los eventos culturales se podían celebrarse de forma segura. La 44 edición se pospuso el año pasado tras estudiar cuatro formas de llevarlo a cabo distintas.

La búsqueda por garantizar que no se produzcan contagios vuelve a ser la premisa. «En todo momento primará la seguridad de los aficionados y de los músicos». Al mismo tiempo se prevé que de cara al próximo mes de julio las condiciones mejorarán. El certamen podría situarse a medio camino a nivel de público entre el ciclo VG Jazz Club, que contó con 200 espectadores por pase, y los casi 4.000 asientos con los que cuenta el polideportivo Mendizorroza. Es aventurado todavía concretar el recinto teniendo en cuenta que las restricciones actuales marcan que los espectáculos no pueden superar el aforo del 50% y un máximo de 400 personas.

Para la edición prevista en 2020, el cartel lucía grupos y solistas de altura como The Charlie Parker Legacy Band, Branford Marsalis o Antonio Sánchez, el artífice de la aplaudida banda sonora de 'Birdman'. La incertidumbre acerca de la vuelta al escenario se refleja en sus agendas actuales. En las páginas webs de estas formaciones se pueden contar con los dedos de la mano los conciertos previstos en los próximos meses. «Los contratos se cancelaron en bloque. Se podría repescar a algún artista, pero todavía es pronto».

Tampoco se ha confirmado si el 'streaming' volverá a ser una forma adicional de acercarse a una mayor audiencia que no pueda presenciar el evento in situ. «El año pasado funcionó en el Jazz VG Club y es una posibilidad».