Azkena Rock 2023
El viaje a la otra dimensión de TSOOLEn su nueva encarnación, los suecos The Sountrack Of Our Lives, liderados por el litúrgico Ebbot Lundberg, conectaron con la psique de la parroquia congregada de madrugada en Mendizabala
Había mucha gente joven en las filas delanteras a las dos de la madrugada para atestiguar el concierto de los suecos The Soundtrack Of Our ... Lives, habituales de los carteles del Azkena Rock Festival durante su primera encarnación, la de 1995–2012. Se han reuniedo de nuevo en 2022 y, claro, no podían faltar estos TSOOL en este ARF 23, donde en sexteto pilotaron un encuentro litúrgico y psicodélico de 13 piezas en hora y cuarto que, sin llegar a hacer bola, sí generaron una gran burbuja redundante de coros, gradaciones, misticismo y comunión en la onda de las más inspiradas bandas lisérgicas.
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Con buen sonido y voz correcta en el caso del sumo sacerdote y vocalista Abbot Lundberg, quien al principio se vio justo y en un par de ocasiones llegó a soltar gallos, TSOOL, o sea La Banda Sonora de Nuestras Vidas, fueron al grano aunque reverberaron circulares a la hora de generar una psicodelia mística, en modo de hippies avanzados, que remitió a creadores anglosajones antañones, de los 60, caso de los Doors ('Galaxy Gramophone', con sus referencias a La Vía Láctea), los espaciales Hawkwind ('Bigtime', la que empieza diciendo: «Bienvenido al futuro»), los Big Machine del sonido Canterbury ('Broken Imaginary Time') o los Byrds más cósmicos (el adiós en falso de 'Jehovah sunrise').
Fue un viaje, un trip o tripi cuyo culmen se alcanzó en el folk progresivo 'Second Life Replay', ese que comienza así: «Hoy me suicidé / para la repitición de la segunda vida», un momento muy coreado por el gentío, predispuesto y pastoreado con facilidad por un Abott barbado, rubicundo y ataviado con una túnica que marcaba su barrigón, un Abott que jugaba con maracas, percutía una pandereta (en su último movimiento, en el bis, la lanzó al aire y al chocar con el suelo se rompió en pedazos que rebotaron), un Abott que llegó a pedir, a exigir a la parroquia que se sentara, «todos», y le hicieron caso la mayoría de los fieles, un Abott que al acabar antes del bis nos dio su bendición.
Pero no todo fue lisergia en burbujas crecientes y con pausa. Y es que en varios temas se notó que TSOOL surgieron de los más cimarrones y minoritarios Union Carbide Productions. Entre estos títulos señalemos un pelotazo puramente stoniano y sincopado ('21st Century Rip Off', que fue cuando nos pidió sentarnos), una pieza también litúrgica y en comunión con el público en plan Oasis ('Instant Repeater '99'), o el bis con la mordiente e hirviente amalgama entre Stones, Stooges, Steppenwolf y otra vez Oasis ('Infra riot').
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Muy bien TSOOL, que a pesar de ir de místicos en ocasiones crearon atmósferas espaciales y rotundas como las de la primera parte de Monstermagnet en la madrugada del jueves en ese mismo escenario. Y es que entre las dos primeras jornadas ha abundado lo bueno y únicamente le costó coger vuelo a la tarde del viernes. A ver este sábado, que pinta guapo.
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