Neurodivergencia en familia: cómo acompañar con empatía y recursos

Herramientas y recursos para acompañar desde la comprensión a nuestros hijos e hijas neurodivergentes en Bizkaia

Domingo, 5 de octubre 2025, 21:56

Cuando en nuestra familia recibimos un diagnóstico de neurodivergencia, como un Trastorno del Espectro Autista (TEA) o un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), es normal que un torbellino de emociones nos sacuda. Sentimos alivio al encontrar por fin una explicación a ciertos comportamientos, pero también una profunda preocupación sobre cómo podemos acompañar a nuestros hijos e hijas.

En nuestra sociedad, y especialmente en un entorno tan cercano como el de Bizkaia, cada vez somos más conscientes de que la diversidad neurológica es parte de la condición humana. Las altas capacidades, la dislexia o la dispraxia son realidades que conviven en nuestras familias y escuelas. Y con el acompañamiento adecuado, todos nuestros txikis pueden desarrollar su inmenso potencial.

Comprender para acompañar mejor

La neurodivergencia significa que el cerebro de nuestros hijos e hijas funciona de una manera única. Esto puede traducirse en una sensibilidad especial a los ruidos del Casco Viejo en Aste Nagusia, en una forma de comunicarse diferente o en una necesidad de que las rutinas se mantengan estables. Comprender estas particularidades es el primer paso para construir un hogar que sea un refugio seguro y un trampolín para su desarrollo.

Cada niño y niña neurodivergente es un mundo. Lo que funciona para una familia de Santutxu puede no ser útil para otra de Getxo. Por eso, la observación, la escucha activa y la flexibilidad se convierten en nuestras mejores herramientas.

Estrategias que nos funcionan en el día a día

Una de las herramientas más poderosas que tenemos es la creación de rutinas predecibles. Nuestros hijos e hijas neurodivergentes se sienten más seguros cuando saben qué va a pasar. Un calendario visual en la cocina con los planes de la semana puede marcar una gran diferencia en su bienestar. No se trata de rigidez, sino de ofrecerles un mapa claro de su día a día.

El lenguaje que usamos también es fundamental. Evitar las instrucciones demasiado generales les ayuda a comprendernos mejor. En lugar de «ordena tu cuarto», podemos probar con «primero, guarda los juguetes en la caja azul; después, coloca los libros en la estantería». El refuerzo positivo, celebrando sus esfuerzos por pequeños que nos parezcan, alimenta su autoestima.

Adaptar nuestro hogar también es clave. Podemos crear un «txoko de la calma» en su habitación con cojines y luces suaves, donde puedan refugiarse cuando se sientan abrumados. Pequeños gestos que para ellos significan un mundo.

Una red de apoyo sólida en Bizkaia

Afortunadamente, en Bizkaia contamos con una red de recursos especializada. APNABI Autismo Bizkaia es la asociación de referencia para familias con TEA y ofrece programas de acogida, estudio de necesidades y orientación continua. Para familias con TDAH, AHIDA proporciona formación y grupos de apoyo mutuo.

Los servicios públicos también son fundamentales. La Diputación Foral de Bizkaia ofrece prestaciones específicas como la PECEF (Prestación Económica para Cuidados en el Entorno Familiar) y la valoración oficial de discapacidad. Los Berritzeguneak y los centros de salud mental infantil de Osakidetza completan esta red de apoyo profesional y gratuito.

Una mirada hacia un futuro más inclusivo

Acompañar a nuestros hijos e hijas neurodivergentes es un viaje que nos transforma. Nos enseña a ser más pacientes, más creativos y más empáticos. Cada vez que una familia en Bizkaia abraza la neurodivergencia con naturalidad, estamos construyendo una sociedad más justa e inclusiva para todos. Porque cuando las familias tenemos acceso a la información, a los recursos y al apoyo de la comunidad, estamos sentando las bases para que cada niño y niña pueda brillar con luz propia.

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