¿Qué es eso que ve tu hijo durante horas? Guía de Twitch para padres

¿Cuántas veces ha visto a su hijo mirando la pantalla de la tablet o el móvil embobado durante horas? Cuando ya teníamos casi resuelto cómo funcionaba Youtube, aparece otra plataforma que desbarata nuestra sensación de saber qué es lo que engancha tanto a nuestro hijo. Esta pequeña guía ayudará a padres primerizos en la Twitch a entender desde qué es un bit hasta el por qué es importante sentarnos a hablar con ellos sobre sus streamers favoritos.

Twitch está arrasando en España gracias a que contamos con algunos de los creadores de contenido más seguidos del mundo (Ibai, The Grefg, El Rubius y AuronPlay, entre otros). A simple vista, el modelo va en la dirección opuesta a lo que se podría presuponer ya que los directos suelen durar horas y consiguen captar la atención de los más jóvenes durante mucho tiempo. ¿Cómo lo consiguen? Empezamos con el primer concepto: comunidad. Imagínese que comienza a vivir en un nuevo país (Twitch) donde tenemos nuestra propia moneda (bits) y la forma de participar en la comunidad es pagando una suscripción al sitio que tú quieres (canal) y a partir de ahí puedes ir consiguiendo puntos del canal para desbloquear acciones. Todo esto conforma el universo Twitch a grandes rasgos y por eso engancha tanto a los jóvenes; el hecho de sentirse parte de un grupo siempre ha sido importante para el ser humano.

La pregunta que muchas veces nos hacemos es si nuestro hijo está perdiendo el tiempo viendo streaming. Pero y si la formulamos de la siguiente forma: ¿Qué está viendo mi hijo y por qué pasa tantas horas así? Pues tenemos que empezar por entender que en Twitch puedes encontrar casi cualquier temática, no solo videojuegos: política, historia, podcasts, educación, deportes, música e incluso gente que va emitiendo en directo mientras pasea o viaja alrededor del mundo.

Sobre cuánto tiempo debemos dejar a nuestros hijos viendo directos no hay una respuesta exacta, pero si debemos reflexionar sobre qué actividades dejan de hacer por dedicar tiempo a las redes sociales. «Es conveniente tener un equilibrio y asegurarnos que también dedican tiempo a las tareas que nos parezcan esenciales en su desarrollo intelectual y personal (deporte, leer…)», comenta José Martín Aguado, del equipo de Empantallados. Otro aspecto básico es que se respeten las horas de sueño: «Es habitual que los adolescentes trasnochen o madruguen dedicándole horas a estas plataformas, robándole tiempo al descanso necesario, que afectará luego a su rendimiento académico y a todos los niveles. Eso es una línea roja, que no podemos permitir que se traspase». explica Aguado.

¿Hay que pagar para ver Twitch? No, pero si lo haces tienes ventajas como emoticonos exclusivos en el chat, la posibilidad de no ver anuncios y poder destacar en el chat, entre otras. Aguado pone un buen ejemplo para entenderlo: «Al igual que si te gusta un mimo en la calle, le puedes dar unas monedas, de la misma manera, tú puedes reconocer el trabajo del caster (sinónimo de streamer) pagándole a través de bits». Cuando nos suscribimos a un canal o envíamos bits (100 bits cuestan 1,53€), normalmente saldrá una alerta en la pantalla y el creador de contenido nos los agradecerá. Es otra forma más de crear comunidad y de hacer que nuestros hijos formen parte de algo más allá de interactuar con el chat.

Uno de los problemas de la plataforma y que más interesan a los padres es que no hay posibilidad de ejercer un control parental desde la aplicación. No ofrece la posibilidad de bloquear transmisiones o limitar el tiempo de uso. Al no haber filtros de edad, nuestros hijos también pueden encontrar contenido inadecuado para su edad. Por eso es importante entender cómo funciona Twitch y estar al día de lo que nuestros hijos ven o dejan de ver. Laura Cuesta Cano, experta en Educación Digital y profesora de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) avisa: «Aunque la edad mínima de acceso es de 13 años, no hay ningún sistema de verificación de edad, por lo que, cualquier menor puede registrarse falseando su edad».

Además, hay una opción que ha levantado polémica y son los llamados 'susurros'. Esta herramienta permite a desconocidos escribirse entre sí y puede poner en riesgo a los menores. «Existe el peligro de que pedófilos o pederastas puedan acceder a ellos, o incluso sufran ciberbullying o sexting. Por tanto, nuestra supervisión es más que obligada cuando hablamos de edades tempranas», advierte Cuesta.

Y claro, ¿cómo damos ese primer paso una vez que más o menos entendemos el mundo de Twitch? Conversando mucho sobre el tema, normalizando el uso de la tecnología en casa e interesándonos sobre qué directos les gustan ver. En definitiva, normalizando las palabras 'Twitch', 'streaming', 'suscripciones' y 'ver un directo extensible' en casa. No se asusten la primera vez que hablen con sus hijos del tema ya que como dice Aguado: «De primeras nos mirarán pensando «¿Ha dicho la palabra Twitch?». A partir de ahí, todo empezará a fluir y podréis hablar acerca de la plataforma y sus ídolos.

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