Un momento de la entrevista a Pedro Sánchez por 'La Pija y la Quinqui'

Sánchez se enfrenta al salto generacional: «Pedro, tienes el gusto de un homosexual deprimido»

El presidente se somete a la entrevista de la 'generación Z' en el podcast de 'La Pija y la Quinqui': «¿La música de tu época es José Luis Perales?».

Óscar B. de Otálora

Domingo, 16 de julio 2023

El podcast de 'La Pija y la Quinqui' ha puesto al presidente ante el espejo de un salto generacional del tamaño del Everest. Quizás, el momento que evidenció que a partir de los cincuenta es mejor tener cuidado en las conversaciones con los veinteañeros se produjo cuando Sánchez les preguntó a la Pija y la Quinqui cuál era la música que creían que pertenecía a su época. «A mí me gusta Serrat», dijo ella en un intento de empatizar. «Y José Luis Perales», añadió él. «Y yo puedo tocar a Beethoven con la flauta», apuntilló Mariang. El candidato socialista -al que habían etiquetado de repente como un hombre con una edad a las puertas de la jubilación- sonreía como pensando: ¿Quién me dijo que venir aquí era una buena idea?

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El presidente había aceptado aparecer en uno de los podcasts más escuchados por la 'generación Z' con el claro objetivo de acercarse a un público que está al margen de los debates televisivos y que tiene una visión de la política y sus rituales ajena a la de los diseñadores de las campañas electorales. Eligió 'La Pija y la Quinqui', el podcast de Mariang Maturana -la quinqui- y Carlos Peguer -la pija-, un espacio de Spotify que saltó a la fama cuando Rosalía se grabó con ellos y se ha convertido en el emblema de los veinte años y hacia abajo. Un programa que se ha hecho famoso, entre otras cosas, por las veces que ella ha contado cómo se contagió de la sarna con un chico y él ha explotado los cuernos que le han puesto sus novios.

Así que Sánchez llegó al estudio y comenzó a someterse a una serie de preguntas que jamás le haría un politólogo y para las que un presidente que ha subido al ring con Ana Rosa Quintana o Carlos Alsina no estaba preparado. Todo alejado de la política o de la campaña. Hay que reconocer que el presidente acudía a la cita con una humildad absoluta. Cuando explicó su pasado como jugador del baloncesto en el Estudiantes explicó que él era «el que llevaba la mochila a los buenos». También se sinceró al explicar que fue delegado de clase en el instituto. «Pero me nombraron porque nadie más quería serlo», comentó. Incluso cuando empezó a explicar la carrera militar y universitaria de la princesa Leonor se quedó callado y confesó: «Os estoy aburriendo». También aseguró que él nunca había pensado en ser presidente del Gobierno. Carlos Peguer apuntilló esa frase con una mención a una amiga. «Ella sí quería ser presidenta del Gobierno. Ahora es una sociópata».

El podcast tuvo unos momentos extraños. Uno de ellos fue cuando Mariang reconoció que los apodos que la oposición le pone a Pedro Sánchez le encantan. «Mi favorito es el de Falconetti», dijo la joven cartagenera, en referencia al supuesto uso privado de las aeronaves del Gobierno, entre ellas, el Falcon. Sánchez dijo: «Si bueno. Y también por el Super Puma». Entonces la Quinqui, que entre otras cosas ha confundido a los culturistas con los culturetas en anteriores episodios, le replicó. «El Super Puma. ¡Que nombre tan chulo! ¿Se lo has puesto tú?». El presidente le tuvo que explicar que esa era la denominación del fabricante del helicóptero presidencial.

En ese intento de rebajar tensión y de alejarse de la figura del hombre airado de debates como el que mantuvo con el candidato popular, Alberto Núñez Feijoo, el presidente se burló de los propios memes que existen sobre su persona. Incluso reconoció que le hacía gracia que le llamasen perro 'sanxe'. «Uno muy bueno es el meme en el que apareces con la frase: más sabe perro 'sanxe' por perro que por 'sanxe'», dijo Mariang. El sonrió y, con un tono de seriedad, les explicó que la Biblioteca Nacional llevaba diez años guardando un fondo de memes. «¿Eso es por si nos invaden los extraterrestres?», le preguntó Carlos Peguer. Demasiada información seria.

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«¿Que eres, más pija o más quinqui?»

Lo cierto es que los dos podcasters elegidos ahora por algunas marcas de lujo para promocionar sus productos no se cortaron para nada con el presidente y le trataron como a un joven más que acude a su programa. Le lanzaron toda su ironía y le descalificaron sin que la solemnidad de la Moncloa pareciera importarles mucho. Cuando Sánchez habló de sus grupos favoritos, Carlos Peguer le espetó. «Tienes los gustos de un homosexual deprimido», sin que el presidente le hiciera ninguna réplica. De la misma manera, cuando el candidato declaró que no borraba sus tuits del pasado, le dijo: «Son un poco naifs». De nuevo, el salto temporal de una generación para la que Twitter es una parte de su alma. Sánchez se mantenía impeturbable.

El presidente, en ese sentido, no entendía que 'La Pija y la Quinqui' se informasen de la actualidad por las redes sociales y les puso el ejemplo de sus hijas. «He discutido mucho con ellas porque se creen todo lo que leen en Twitter», agregó. Sánchez confesó sus gustos musicales, desde Rosalía a Los Ronaldos o uno de sus descubrimientos más recientes: Bronquio. También destacó su buena relación con Jorge Javier Vázquez o su admiración por el actor Carlos Bardem.

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La conversación tenía que llevar a los puntos que caracterizan al programa. Peguer le contó que había salido con un chico afiliado al PSOE. «Descubrí que tenía otro novio. ¿No le puedes echar del partido? No te conviene tener a esa gente cerca». Sánchez no sabía dónde meterse aunque aconsejó a la pija que no hablase tanto de las infidelidades de las que había sido víctima. Las preguntas más incómodas -si es que pueden considerarse así- las evitó. «¿Que eres, más pija o más quinqui?», le preguntaron como hacen con todos sus invitados. El candidato se enrolló para no contestar. «El presidente no se moja», resumió Peguer.

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