José Antonio Suso, Beatriz Artolazabal y parte de su equipo este martes en Iturritxu. Igor Martín.
Elecciones municipales 2023

El PNV agita la campaña al plantear un nuevo vial en el Sur sin esperar al estudio de Urtaran

El trazado, que rescata los túneles de Armentia y soterra parte de Iturritxu, enfada al PSE, que lo ve «poco serio», y al PP, que lo califica de «engaño electoral»

Martes, 16 de mayo 2023, 11:40

El PNV puso este martes un abrupto final a la tensa calma que había en torno al tráfico, uno de los grandes debates latentes de ... la campaña municipal. Su candidata a la Alcaldía, Beatriz Artolazabal, presentó la propuesta de crear una carretera en el Sur. Pero no se trata de un vial cualquiera, sino de un proyecto que recupera los túneles fallidos de Armentia, rodea Gardelegi y Goikolarra para conectar con otro túnel en Iturritxu. Es una opción calcada a la que puso sobre la mesa hace un año el excoordinador de Urbanismo Álvaro Iturritxa (PNV) y de la que Gorka Urtaran se desmarcó en su día. Ahora, la dirección del partido la resucita como baza electoral, lo que ha causado una gran «sorpresa» y «enfado» incluso en el PSE, su socio de gobierno, y la indignación del PP.

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El planteamiento llega con los resultados del estudio del tráfico, que debía marcar la solución «definitiva», todavía en el aire. Esta cuestión había forzado un paréntesis en el debate sobre la saturación del Sur, aparentemente hasta después de las elecciones. De hecho, el Ayuntamiento acaba de conceder una prórroga a la empresa que realiza el análisis del tráfico hasta el próximo 9 de junio, apenas dos semanas después de la cita con las urnas.

La reacción de los grupos políticos no se hizo esperar. Maider Etxebarria (PSE) y Ainhoa Domaica (PP) criticaron con dureza el anuncio, al recordar que la infraestructura es incompatible con el Plan General recién aprobado. Etxebarria cargó con dureza contra el planteamiento al considerar que «no es serio» y apeló al «consenso» entre «técnicos, grupos políticos y asociaciones vecinales» para resolver una «cuestión estratégica para la ciudad».

El PP, mientras tanto, calificó de «engaño» y «titular electoral» la promesa del PNV. «Nos están engañando o están rectificando su propia política», señaló Domaica. Fue el primer choque de la campaña, en la que todavía no se habían producido golpes directos entre estos partidos.

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El anuncio también despertó las críticas de los vecinos de Goikolarra, quienes reprocharon que el proyecto convertirá la A-2124 «en una autovía en superficie». Y en paralelo, esta tarde (17.15 horas) habrá una concentración frente a la ikastola Adurza para protestar por el desdoblamiento de Iturritxu.

Propuesta del PNV.

Pero el PNV afirma que con esta solución sacaría de la zona de Iturritxu el 80% de vehículos. Esto es, «cerca de 10.000 coches diarios». Para ello, recuperaría la infraestructura cercenada de la Ronda Sur, cuyo origen se remonta a finales de los 1990 y el 2000, con Alfonso Alonso (PP) como alcalde, pero por un recorrido distinto al original, que atravesaba Olárizu. La factura medioambiental siempre ha sido una de las grandes dudas que han rodeado los proyectos de circunvalación. Artolazabal aseguró este martes que este proyecto podría desarrollarse «sin afecciones ambientales». Sin embargo, el motivo que expuso el Gabinete Urtaran para retrasar la entrega del estudio era precisamente incorporar «un análisis de impacto ambiental conjunto» al trabajo, que «no está finalizado».

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La propuesta, en cualquier caso, pasa por soterrar una parte de Iturritxu hasta la calle Venta de la Estrella, por lo que la conexión con Esmaltaciones también se realizaría bajo tierra. No obstante, de momento sólo existe un primer boceto que no entra al detalle del posible proyecto. Artolazabal, eso sí, señaló que esta propuesta permitiría «recuperar Iturritxu y Zumabide para los vecinos» con la creación de un «bulevar». «Donde ahora hay una carretera, queremos que haya una calle», describió.

Pero más allá de la propia cuestión viaria, el planteamiento tiene sus propias derivadas urbanísticas. Primero, porque el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) no contempla esta infraestructura e impide el desarrollo urbanístico de los terrenos cercanos, incluido Uleta. Esto implica que la creación de un vial obligaría a realizar una detallada modificación del documento, poco después de su aprobación. Hay que recordar que la posible creación de una carretera puso contra las cuerdas el acuerdo entre el equipo de gobierno (PNV-PSE) con Elkarrekin Podemos para aprobar el PGOU.

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El vial dibujado por los jeltzales, que «saca el tráfico de la trama urbana» según explicó Artolazabal, tiene otros aspectos más amplios, de los que advirtieron EH Bildu y Elkarrekin Podemos a lo largo de la legislatura. Y es que la carretera terminaría por incluir en la trama urbana algunos suelos donde ahora se prohíbe construir. En paralelo, el desarrollo de esos terrenos supondría una especie de acercamiento a los propietarios de los suelos, que mantienen una batalla judicial abierta con el Ayuntamiento.

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