La exportación de esperma de toro se convierte en un buen negocio en Bizkaia
Aberekin, el centro de inseminación bovina creado por las asociaciones de ganaderos e instituciones vascas, factura cuatro millones de euros vendiendo semen de toro a más de 55 países
iratxe bernal
Miércoles, 10 de abril 2019
En Derio y Torrelavega pradean algunos de los mejores sementales de Europa. Toros escogidos a conciencia sólo para procrear. Pero eso sí, para procrear las vacas que más leche y de mejor calidad producen. Algo que sólo se puede garantizar si detrás hay una gran labor de selección y mejora genética como la que, desde hace ya casi 35 años, realizan los expertos de Aberekin. Este centro de inseminación bovina de referencia mundial nacido de la preocupación de los ganaderos de leche vascos por mejorar su cabaña facturó el año pasado cuatro millones de euros, un 6% más que en 2017. Eso son 1,1 millones de dosis de semen, de las que prácticamente la mitad se venden en el extranjero, en los más de 55 países en los que el centro ya se ha hecho un nombre.
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En 1985, cuando nació Aberekin, cada territorio histórico contaba con un centro de inseminación, un modelo que las asociaciones criadores de ganado frisón del País Vasco se propusieron cambiar con ayuda de las tres diputaciones forales y el Gobierno vasco. Era mejor aunar esfuerzos y contar con un único centro que realizara un programa conjunto de mejora genética. Después entraron en esta sociedad público-privada con sede en el Parque Científico y Tecnológico de Bizkaia y unidades de producción en Derio y Torrelavega los productores de carne y, más tarde, asociaciones de ganaderos de Navarra, Lleida, Girona, Andalucía y Cantabria, en este caso con participación también del gobierno regional.
En estos años el trabajo en el laboratorio ha cambiado mucho. «Al principio, nosotros seleccionábamos unos padres y unas madres, generalmente de Estados Unidos y Canadá, y traíamos los terneros que nos parecían prometedores para criarlos aquí. En 1990 empezamos a importar embriones, también ya previamente seleccionados y considerados prometedores, que se implantaban en vacas de ganaderos colaboradores. Desde 2005 en cambio, la compra del ternero se realiza sabiendo cómo es su ADN, de manera que sólo se traen los que tienen las características que nos interesan. También desde 1990, pusimos en marcha un programa de trasferencia de embriones por el multiplicamos los embriones de las mejores vacas de nuestra población para conseguir buenos machos», explica Carlos Ugarte, director del centro.
10.000 euros por un ternero prometedor
«Para producir los mejores sementales hablamos con ganaderos de aquí y con ojeadores de Reino Unido, Holanda, Alemania, Francia y Dinamarca. Después llegamos a un acuerdo con los ganaderos para que nos permitan inseminar con el semen seleccionado a sus vacas. Si éstas tienen un macho lo compramos; si tienen una hembra, se la quedan ellos», explica Ugarte. Cada ternero nacido de este proceso se compra por unos 10.000 euro frente a los cien que puede costar uno que no haya levantado tantas expectativas. «Para los ganaderos, que son imprescindibles en todo el proceso por toda la información que nos aportan, no es sólo una cuestión de dinero; para ellos que uno de sus terneros sea seleccionado es un orgullo. Es prestigio», subraya Ugarte.
Una vez en el centro, cuando el ternero cumple un año se recogen las 1.000 primeras dosis de semen que se distribuyen gratuitamente entre los ganaderos. «Para saber si el ternero será un buen semental hay que ver cómo son sus hijos. En el caso de la producción de leche únicamente interesan las hembras, mientras que en producción de carne también entran los machos. Al cabo de seis años, de todos los terneros sólo nos quedamos con un 10%, los mejores. El resto son vendidos para la producción cárnica porque son animales ya muy grandes y muy peligrosos», explica Ugarte.
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Cada toro tiene unos dos años de vida activa, desde los seis a los ocho. «Sólo los excepcionales pueden producir semen de calidad más años y sólo las superestrellas pasan de ahí –reconoce Ugarte- Hace poco se nos ha ido Behobia, que llevaba cuatro años, y ahora tenemos a Nissan, que va por su tercer año encabezando el directorio de sementales de leche Holstein y este no creo que le desbanque aún ningún joven como el mejor semental». Es decir que tampoco alcanzara la marca registrada por Duplex, que estuvo en activo hasta que murió con 15 años.
En esos dos años de plena actividad de cada toro se obtienen entre 30.000 y 40.000 dosis cada año, con lo que cada uno de ellos puede llegar a tener 10.000 hijas al año. En la actualidad, Aberekin cuenta con 260 toros de los que en plena producción están 90.
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También en la venta de las muestras de semen ha habido una gran evoluación. Aunque el proceso de recogida y congelación sea el mismo, desde hace nueve años, el centro emplea un diluyente especial en la criopreservación (llamado Spermvital) que prolonga la vida del espermatozoide después de la inseminación. «Cuando lo habitual es su viabilidad sea de 24 horas, así aguanta 48, con lo que aumenta mucho la tasa de fertilidad», señala el director de Aberekin.
Otro de los grandes cambios llegados en estos casi 35 años es ha sido la producción de semen sexado, que si bien permite producir macho o hembras en función de las necesidades de ganadero es algo en lo que «aún hay mucho que trabajar porque las tasas de fertilidad no son tan altas como las del semen convencional», reconoce Ugarte.
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