¿Cómo sé si la subida de la luz me afecta o no?

Millones de consumidores asisten angustiados estos días al brutal incremento del precio de la electricidad. Lo que la mayoría de ellos desconocen es que esta subida no les afecta directamente. Porque la evolución del mercado mayorista diario -que es el que se está encareciendo en este comienzo de año- sirve para configurar la factura de los usuarios de la tarifa regulada, llamada Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC).

Hablamos de aproximadamente el 40% del total de usuarios, más de 11 millones de hogares. El resto está en el mercado libre. Es decir, paga un precio por potencia contratada y kilovatio consumido acordado con la empresa comercializadora. No obstante, si el 'pool' mantiene una tendencia alcista, al final se acabará repercutiendo en las revisiones o los nuevos contratos del mercado libre.

Pero la mayoría de los consumidores desconoce la diferencia entre ambas tarifas. Concretamente, uno de cada cuatro, según el último Panel de Hogares sobre electricidad y gas elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) con datos del primer semestre de 2020. No es de extrañar entonces que esos usuarios no sepan en qué tipo de mercado tienen contratado el suministro eléctrico.

Desde el 1 de abril de 2014 los puntos de suministro efectuados a tensiones no superiores a 1 kV y con una potencia contratada menor o igual a 10 kW -es decir, la inmensa mayoría de los hogares- pueden elegir tres modalidades de contratación.

Una de ellas es el PVPC, que incorpora en el término de energía -lo que se paga por kilovatio consumido- los precios del mercado mayorista diario o 'pool'. Esta tarifa es suministrada por los comercializadores de referencia, que son cuatro grandes eléctricas, más Repsol y otras tres empresas que operan en ámbitos geográficos muy concretos y reducidos.

A su vez, el PVPC presenta tres tipos de tarifas de acceso con distintos precios del término de energía en función del periodo horario en el que se realice el consumo: sin discriminación horaria (2.0A), con discriminación horaria en dos periodos (2.0DHA, y significa que se abona un precio más caro en la franja horaria diurna que en la nocturna), y con discriminación horaria supervalle (2.0DHS, con tres franjas horarias).

La segunda, la elegida por el mayor número de consumidores- es la del mercado libre: se contrata el suministro con cualquier comercializador diferente al de referencia, y conforme al precio y las condiciones que en su caso acuerden.

Hay una tercera modalidad, que consiste en un precio fijo durante 12 meses que se aplica al consumo de energía eléctrica. Las comercializadoras de referencia están obligadas a ofertarlo como alternativa el PVPC. Se trata de una tarifa que no goza de gran popularidad, en gran parte porque impide a las eléctricas ofertar servicios adicionales como los que incluyen en sus modalidades del mercado libre.

Sea cual sea la modalidad escogida, el consumidor abona los siguientes conceptos:

-Peajes de acceso: es el pago por el uso de las redes de la empresa distribuidora. Se llama tarifa de acceso y consta de dos términos, potencia y energía. El primero de ellos es fijo, y paga la potencia contratada. Se multiplican los kilovatios por una cantidad establecida cada año por el Gobierno. En los últimos ejercicios no ha variado. El segundo término es variable, y sirve para abonar la energía que ha circulado por la red del distribuidor para su consumo.

-Energía: es lo que se paga sólo por la energía consumida, medida por el contador. Es el resultado de multiplicar los precios de la oferta o producto contratado por los kilovatios hora (kWh) que mide el contador. En el PVPC este precio lo determina el 'pool'.

Pero, ¿cómo saber si estoy acogido a la tarifa regulada o al mercado libre? La clave está en el 'nombre y apellidos' de la empresa con la que hemos contratado el servicio. Las compañías autorizadas para suministrar electricidad y gas en el mercado regulado sólo son ocho. Casi todas ella también ofrecen tarifas en el mercado libre, pero tienen que hacerlo bajo una denominación empresarial distinta. Estas son las comercializadoras de referencia que ofrecen el PVPC:

-Energía XXI Comercializadora de Referencia, S. L. (Endesa)

-Curenergía Comercializador de Último Recurso, S.A.U. (Iberdrola)

-Comercializadora Regulada, Gas&Power, S.A. (Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa)

-Baser Comercializadora de Referencia, S. A. (EDP)

-Régsiti Comercializadora Regulada, S. L. U. (Repsol)

-Comercializador de Referencia Energético, S. L. U. (CHC)

-Teramelcor, S.L. (opera en Melilla)

-Energía Ceuta XXI Comercializadora de Referencia, S. A.

El suministro mediante PVPC se prorroga automáticamente, y es imprescindible para poder acogerse al bono social, que es un descuento del 25% sobre la factura para las familias numerosas y los consumidores vulnerables, y del 40% para los vulnerables severos.

Las denominaciones con las que las principales comercializadoras operan en el mercado libre son:

-Endesa Energía S.A.

-Iberdrola Clientes S.A.U.

-Naturgy Iberia S. A.

-EDP Energía S.A.U.

-Repsol Comercializadora de Electricidad y Gas S. L.U.

-CIDE HC Energía S.A. (CHC)

Como en el PVPC, los contratos del mercado libre también se alargan automáticamente una vez vencido el periodo, que suele ser anual. Eso sí, hay que fijarse bien en las nuevas condiciones de la comercializadora a la hora de renovar el contrato, porque normalmente incluyen precios más elevados que en la oferta del primer año.

Mientras que en el PVPC la tarifa es igual para todos, independientemente de la compañía con la que se contrate, en el mercado libre las empresas pueden ofrecer un sinfín de tarifas adaptadas a los hábitos del consumidor.

Otra diferencia entre la tarifa regulada y el mercado libre es que en este segundo caso a las comercializadoras sí se les permite ofertar servicios añadidos como mantenimiento de las instalación eléctrica, seguros, ofertas conjuntas de electricidad y gas, etc.

¿Cuál es la opción más barata? No es una pregunta de fácil respuesta, porque los precios del PVPC son variables en función del 'pool', mientras que los del mercado libre son los pactados con la comercializadora para todo el periodo contratado. Pese a los vaivenes, la tarifa regulada sale, a la larga, más económica que el mercado libre.

El Panel de Hogares de la CNMC revelaba que, a mediados de 2020, el gasto por mes de un hogar acogido al PVPC fue de 37 euros (excluyendo a aquellos beneficiados por el bono social), con un consumo promedio de 188,1 kWh/mes. Cifras que arrojan un coste medio del kilovatio consumido a la hora de 0,1967 euros. Hay que tener en cuenta que 2020 fue uno de los años más baratos en el mercado mayorista de electricidad.

Por su parte, en el mercado libre ese gasto promedio alcanzó los 56,3 euros al mes (cifra que no incluye los gastos en otros servicios facturables como seguros o cuotas de mantenimiento), con un consumo más elevado, de 214,4 kWh/mes. Es decir, estos clientes pagaron el kilovatio a 0,2625 euros.

Eso sí, en 2018, cuando el 'pool' registró los precios más elevados en una década, el PVPC fue ligeramente más caro que la mejor de las ofertas que a finales de ese año se podía encontrar en el mercado libre. También hay que tener en cuenta que la mayoría de esas ofertas están vinculadas a una serie de condiciones que a veces encarecen algo el precio final, u obligan a registrarse en otros servicios de la compañía en cuestión.

Antes de contratar un suministro energético la CNMC aconseja, en primer lugar, comparar los precios y los servicios que ofrezcan al menos un par de empresas diferentes. Y pone a disposición de la ciudadanía un comparador de ofertas. También informarse si se tiene derecho al bono social eléctrico.

El superregulador advierte de que desde octubre de 2018 está prohibida la venta a domicilio del suministro de gas y electricidad si la visita no ha sido concertada previamente. Antes de decidirse por una oferta, hay que leer atentamente las condiciones del contrato. En particular, si incluye o no la contratación y cobro de otros servicios adicionales.