El dinero que se ahorrarán los vizcaínos este año en la Declaración de la Renta

El IRPF es un impuesto progresivo, que grava con tipos más altos a los que ganan más. Ocurre que los tramos de ingresos que estructuran la tabla de retenciones no se ajustan automáticamente a la inflación. Por eso puede suceder que un trabajador al que se le haya incrementado el salario pase a tributar en un tramo superior del impuesto. Y si los precios, como pasa ahora, suben más que los sueldos, se produce una pérdida de poder adquisitivo.

Para solucionar este problema las agencias tributarias recurren a la deflactación. En la práctica implica modificar los tramos del IRPF para ajustar la progresión del impuesto a la del coste de la vida. Esto quiere decir que aunque cobremos más por una hipotética subida de sueldo, pagaremos el mismo porcentaje de IRPF.

En el caso de la Diputación de Bizkaia, este ejercicio aplica una tabla de retenciones con una deflactación del 2%. Del mismo modo, indica la institución foral en su página web, «se deflacta un 2% la tarifa aplicable a la base liquidable general», y se incrementa en el mismo porcentaje «la reducción por tributación conjunta, la minoración de cuota y las deducciones personales (descendientes, ascendientes, discapacidad o dependencia y deducción por edad)». Esta deflactación se suma a las dos que ya se aplicaron en el IRPF de 2022 (del 1,5% y del 4%) por parte de las haciendas forales vascas. Con el mismo objetivo de hacer frente a la inflación, este año volverá a aplicarse una deducción extraordinaria de 200 euros para las personas con rentas inferiores a 30.000 euros.

Teniendo en cuenta todo esto, y según los cálculos del bufete Estudio Jurídico, una persona con unos ingresos de 25.000 euros anuales obtendrá como mínimo 245,50 euros (200 de la deducción extraordinaria más 45,50 por la deflactación) de ahorro en la Declaración de la Renta.

Sobre esta cuota se aplicarán después las deducciones a las que tenga derecho en función de sus circunstancias personales (si tiene hijos, hipoteca, alquiler, plan de pensiones, etc.). El resultado será la base líquida, sobre la que se aplicará el tipo correspondiente.

Para un contribuyente con ingresos de 50.000 euros el ahorro en la cuota íntegra sería como mínimo de 268,40 euros, atribuible únicamente a la deflactación (no le corresponde deducción de 200 euros al ganar más de 30.000 euros).

Ernesto Gordoa, experto en derecho fiscal de Estudio Jurídico, advierte de que ese ahorro «es nominal, porque no son lo mismo 25.000 euros en 2021 que en 2022 a causa de la inflación». Por eso relativiza el efecto de la deflactación, aunque sí reconoce la ayuda que supone la deducción de 200 euros para rentas inferiores a 30.000 euros.

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