Sam Bankman-Fried | Así fue la caída del mago de las criptomonedas
Este verano la revista 'Fortune' le comparaba con Warren Buffet, pero ha resultado estar más cerca de Bernard Madoff
iratxe bernal
Miércoles, 11 de enero 2023, 00:30
Lejos de la imagen pública de otros jóvenes criptomillonarios, Sam Bankman-Fried (California, 1992) no fardaba en las redes de su opulento tren de vida. Pese a contar con una fortuna estimada de 24.000 millones de dólares, el propietario de FTX y Alameda Research, dos de las principales firmas del mercado de las monedas y derivados digitales, prefería aparecer como un filántropo feliz de hacer donaciones tanto a causas benéficas como a empresas competidoras con apuros de liquidez «por el bien de la industria». Era un tío legal, un hombre sencillo que conducía un Toyota Corolla y abogaba por la transparencia, la estabilidad y la responsabilidad en un entorno sin apenas regulación. Pero ha resultado estar más cerca de Bernard Madoff que de Warren Buffet, con quien hace poco le comparaba la revista 'Fortune'.
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Bankman-Fried es hijo de dos profesores de derecho de la Universidad de Stanford y estudió Física en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Es un joven brillante que aprendió los entresijos de la inversión financiera trabajando en un fondo y se familiarizó con el mercado de la criptomonedas hasta animarse a crear en 2017 su propio fondo de inversión en criptoactivos, Alameda Research. A ella le siguió FTX, que enseguida se consolidó como una de las cinco mayores plataformas de compraventa de estos mismos activos y que ha llegado a contar con su propio token, FTT.
Todo iba viento en popa hasta que en noviembre, la publicación especializada CoinDesk reveló que la cartera de Alameda estaba basada sobre todo en FTT. No se trata de una práctica ilegal pero muestra una dependencia que generó sospechas sobre la posible sobrevaloración del token y, por tanto, de FTX. La primera en poner en entredicho su viabilidad fue Binance, plataforma de intercambio rival, que no tardó en anunciar su intención desprenderse de los FTT que tenía en cartera. Su desinversión fue replicada por miles de ahorradores y el valor de la criptomoneda se desplomó y pasó de superar los 25 dólares a rozar los 3.
Bankman-Fried trató de frenar la hemorragia acusando a Binance de utilizar rumores falsos para acabar con uno de sus principales rivales. Cierto o no, el caso es que tras saltar el escándalo trató de vender FTX a Binance y que fue el fracaso de esta operación lo que derivó en la quiebra de una plataforma que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares.
Finalmente, FTX se quedó sin liquidez dejando a quienes compraron acciones de la empresa y a quienes tenían cuenta en ella para invertir sus ahorros en criptomonedas un agujero que al principio se estimó de 3.000 millones de dólares pero que la fiscalía general de Nueva York y la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos hoy elevan hasta los 10.000 millones.
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Las autoridades comenzaron ahí una investigación según la cual FTX desviaba fondos de sus inversores a Alameda Research, que los empleaba, entre otras cosas, en inversiones de riesgo y la compra de inmuebles de lujo. Al final, Sam Bankman-Fried, que fue detenido en Bahamas por petición del Gobierno estadounidense y se encuentra en libertad tras el pago de una fianza de 250 millones de dólares, tendrá que responder por ocho delitos, entre los que no sólo los hay relacionados con el fraude a inversores, sino que también los hay de blanqueo de dinero e incluso financiación ilegal tanto a demócratas como a republicanos.
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