Las claves para que el banco no te engañe con sus ofertas

Los bancos, como negocios que son, lanzan frecuentes campañas publicitarias para captar clientes que contraten sus productos y servicios. La información que se transmite en esa publicidad tiene normalmente «un gran impacto en las expectativas» del usuario y en la consiguiente toma de decisiones, recuerda el Banco de España (BdE).

Gracias a estos mensajes publicitarios se puede obtener información útil respecto a determinados productos y servicios bancarios y, además, compararlos con los de otras entidades financieras.

Es muy importante que el usuario sea precavido y que lea con atención la información contenida en las ofertas. Y, especialmente, que fije en algunos aspectos clave:

-Las características fundamentales del producto: importe, plazo, tipo de interés, comisiones y otros gastos asociados.

-En primer lugar, y por obvio que pueda parecer, debemos tener bien claro cuál es la entidad que ofrece el producto.

-La TAE (Tasa Anual Equivalente). A diferencia del TIN o tipo de interés (que únicamente refleja el precio que el banco cobra por prestar dinero), la TAE tiene en cuenta los gastos y comisiones asociados al préstamo o crédito. Este indicador, que deberá aparecer resaltado en la publicidad, sirve para comparar ofertas con iguales o distintas características.

-La vigencia de la campaña publicitaria. Muchas veces se acude al banco preguntando por una oferta cuyo plazo ya ha expirado.

-Las condiciones especiales que el banco puede exigir a la hora de contratar su producto o servicio. Por ejemplo, tener una determinada edad, ser cliente nuevo, domiciliar la nómina, etc.

-La obligación de suscribir otros productos accesorios al que realmente interesa contratar para beneficiarse de las condiciones ofertadas en la campaña publicitaria (contratar un seguro de vida, un plan de pensiones, etc.).

El cliente dispone en todo caso de una especie de red de seguridad que, en teoría, le protege de potenciales abusos de las entidades financieras a la hora de publicitar sus productos.

Es la que proporciona el Banco de España, organismo responsable de la regulación y la supervisión de la publicidad financiera. El supervisor recuerda que el cliente bancario debe recibir una información «clara, suficiente, objetiva y no engañosa».

Como resultado de esa labor, el BdE constató el pasado año «el esfuerzo de las entidades por difundir una publicidad más clara y correcta». Aún así, se formularon 81 requerimientos que solicitaban «el cese o la rectificación» de anuncios que no cumplían con la norma.

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