«Tener consejero en ITP es irrenunciable»

- ¿Es cierto, como dicen algunos, que el Gobierno vasco reclama mucho y pone poco dinero en la operación de ITP?

- El Gobierno pide lo que entiende que debe pedir. Nosotros tenemos intención de tomar una participación en ITP porque queremos influir para que se mantenga la actividad aquí, el empleo, el domicilio social, que haya un compromiso con los proveedores del entorno. Eso que habitualmente se define como arraigo de una empresa. Ese es el objetivo que tenemos en este caso.

- Ese planteamiento también supone una cierta desconfianza sobre las intenciones de los nuevos dueños.

- No, en absoluto. Además, tampoco es tan fácil coger ITP y llevártela a otro sitio de la noche a la mañana. Hay una tradición y una experiencia que no es sencillo cambiar. Lo que sí le garantizo es que el Gobierno vasco no está para dar un pelotazo financiero.

- Y si la posición es razonable, ¿por qué no han llegado todavía a un acuerdo?

- Las negociaciones siempre son complicadas y esta lo es bastante. No implica sólo un acuerdo con Bain, sino también con otros accionistas que vayan a jugar un papel clave. Y todo esto tiene sus problemas, como casi todo el mundo sabe, porque incluso hay accionistas que se dice que van a estar pero, al menos de forma oficial, hoy no están. Hay muchos intereses cruzados y este es un juego a muchas bandas.

- Tener un representante en el consejo de administración ¿es una línea roja, como dijo el lehendakari Urkullu hace ya algún tiempo?

- Si entramos, queremos estar en el consejo de administración. No nos gusta que nos cuenten las cosas, queremos vivirlas. Y creo que ese consejero lo vamos a tener. Seguro que no hay problemas.

- ¿Cree que el dibujo final tardará meses en conocerse?

- Eso parece. Hay muchos elementos que hay que tratar de conjugarlos de forma armónica. Nosotros estamos actuando de forma transparente y quizá no todo el mundo está actuando igual.