«Estamos saliendo rápido, pero hay que poner coto a la temporalidad»
Asume que Lanbide tiene un gran reto para responder al incremento del paro de larga duración, copado por mayores sin cualificación
a. barandiaran
Sábado, 7 de agosto 2021, 23:51
Cada mes, el viceconsejero de Empleo, Alfonso Gurpegui, es el encargado de valorar los datos del paro. El martes presentó los de julio. Hace ya ... tiempo que esa tarea no es tan dura como a principios de la pandemia, especialmente tras la fuerte recuperación del mercado laboral en primavera. Pero Gurpegui reconoce que no todos los sectores están igual y manifiesta especial preocupación por los parados de larga duración, la mayoría mayores y muchos sin la formación adecuada. Lanbide, en plena reconversión, deberá ser capaz de darles una respuesta.
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- La afiliación y el paro están cerca de los niveles previos al Covid. ¿Se puede dar por superado el golpe?
- La salida está siendo más rápida de lo que preveíamos, aunque la cosa va por barrios porque no todos los sectores se han recuperado igual. A la hostelería y los servicios recreativos les está costando más. Pero al final el golpe no ha sido tan duro y estamos remontando mejor de lo que cabía esperar.
- ¿A qué lo atribuye?
- La estructura económica vasca tiene una suelo muy sólido por el sector industrial, que ha resistido bien.
- Pero la industria aún no ha recuperado la ocupación que tenía.
- En afiliación no, pero es un dato en el que influyen variables como las jubilaciones. La información que nos dan las empresas del sector es que están trabajando bien. Los ERTE han servido de protección y están saliendo.
- ¿Qué colectivos han quedado más perjudicados por la crisis del Covid?
- Los jóvenes fueron los que más sufrieron al principio de la pandemia porque, debido a sus contratos temporales, fueron los primeros en ser expulsados del mercado laboral. Pero con la recuperación también han sido los primeros en volver. El otro gran foco de preocupación es el de los parados de larga duración, principalmente trabajadores mayores con dificultades para reincorporarse. En muchos casos no tienen la formación que pide el mercado.
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- La prometida reconversión de Lanbide para aumentar su eficacia debería ayudar a atenderles. ¿Cuándo se empezarán a ver resultados?
- La transformación de Lanbide no es fácil porque hay que hacerla mientras sigue con la ventanilla abierta. Pero se están empezando a hacer cosillas como el programa para emplear mujeres en sectores masculinizados o para acompañar a trabajadores de sectores especialmente afectados por la crisis. No son muy voluminosos, pero van en la línea a seguir.
«Es muy importante que funcione el diálogo social, pero en Euskadi es más difícil. Casos como Tubacex lo evidencian»
conflictividad
- En esta crisis se ha vuelto a evidenciar la alta temporalidad del mercado laboral. ¿Cómo ve la reforma que prepara el Gobierno central para reducir al mínimo la contratación eventual?
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- Euskadi no tiene competencias ahí, es una cuestión de legislación estatal. Lo que está claro es que a la temporalidad hay que ponerle coto, pero no sé de qué manera. Se puede entender que las primeras experiencias laborales sean temporales e incluso precarias. Pero el problema es que estas situaciones se alargan y no se puede tener un proyecto vital si se encadenan contratos temporales.
- El Gobierno vasco sí tiene competencias en su ámbito y Euskadi es la comunidad con más temporalidad en el sector público. ¿Cómo se explica?
- No hay que olvidar que hubo unos años en que el Gobierno central congeló las OPEs e impidió las reposiciones. Eso ha incidido. De todas maneras, y sin quitarle gravedad, la temporalidad en el sector público no es como la del privado. Las condiciones son diferentes.
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- Las empresas advierten de que si se restringen demasiado los contratos temporales y no se flexibiliza el despido en los indefinidos va a haber menos contratación.
- Las empresas necesitan flexibilidad y los trabajadores, seguridad. Creo que el esquema de los ERTE puede ayudar a encontrar ese equilibrio. Para eso es muy importante que haya un diálogo social que en Euskadi tiene sus dificultades.
- ¿Se ha notado en esta crisis esa mayor dificultad para el diálogo social en el País Vasco?
- El diálogo social siempre es difícil, pero en Euskadi lo es más. Tenemos una mesa en la que están los sindicatos que quieren estar y en la que se han tomado medidas como el complemento a los ERTE.
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- ¿Tubacex, con seis meses de huelga, es un ejemplo de esas dificultades?
- Así es.
- ¿Qué opina de las sentencias del Superior vasco que han declarado nulos los despidos?
- Hay que respetarlas, pero generan inseguridad. No están ayudando a tener un marco de seguridad que propicie el diálogo social.
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