Un juzgado de Bilbao reconoce la Incapacidad Permanente Absoluta a un celador afectado por covid persistente

Fruto de la patología, el trabajador sufre fatiga, mareos, inestabilidad, insomnio, niebla mental y taquicardia, además del citado deterioro cognitivo que le dificulta una atención concentrada y sostenida, la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo.

Además, desde el punto de vista físico, también presenta varias situaciones como hemiparesia izquierda -una disminución de fuerza o parálisis que habitualmente afectan a una pierna y un brazo del mismo lado del cuerpo-, marcha con cojera, inestabilidad con sensación de mareos, parestesias – sensibilidad y sensaciones anómalas como el hormigueo -, pérdida de orientación y pérdida de fuerza generaliza.

Desde el sindicato ELA recordaron que los trabajadores que prestaron sus servicios durante la primera ola de la pandemia lo hicieron sin medios de protección adecuados, y apuntaron que abre la posibilidad para que su fundación dedicada a la salud laboral, Bidelagun Fundazioa, solicite un recargo de prestaciones por incumplimiento empresarial de las medidas preventivas, además de una indemnización de daños y perjuicios.

También se felicitaron por la sentencia ya que ésta reconoce tanto al covid persistente como a sus secuelas altamente incapacitantes, que afectan a un importante número de trabajadores.