Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol. AFP

Repsol retoma 1.500 millones de inversión tras el final del 'impuestazo' energético

Josu Jon Imaz asegura que «el problema se ha terminado» y Petronor reactiva proyectos en Euskadi por 220 millones

Viernes, 1 de noviembre 2024, 00:28

«Ahora es el momento de enfocarnos en el futuro y en las oportunidades que están por venir. El problema se ha terminado», señaló ayer ... el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, para asegurar que tras el final del 'impuestazo' a las compañías energéticas su grupo saca del cajón y vuelve a poner sobre la mesa inversiones en España por más de 1.500 millones de euros. Imaz se felicitaba así de la caída del gravamen especial a las energéticas, para lo que ha sido clave la posición de la formación catalana Junts, que ha priorizado proteger las inversiones en su comunidad autónoma a una mayor recaudación de las arcas públicas.

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En el caso de la filial vasca de Repsol, Petronor, habían quedado en el aire y sometidas a una revisión futura inversiones por un valor de 220 millones de euros. De ellos, 200 están destinados a la producción de hidrógeno de forma masiva con un electrolizador de 100 megavatios -en la actualidad está en marcha la construcción de una instalación con carácter experimental para producir combustibles sintéticos-, así como otro proyecto de recuperación de materiales, al que se quieren destinar 20 millones.

Ya en 2022 Imaz había advertido que el gravamen aplicado con carácter extraordinario por el Gobierno hacía peligrar las futuras inversiones del grupo. Recientemente Repsol anunció que desviaba a Portugal un proyecto y que comenzaba a pensar en Estados Unidos como principal país de recepción de sus inversiones. El mayor impacto, sin embargo, se producía recientemente a través de un artículo de opinión del propio Imaz, publicado por EL CORREO, en el que acusaba al Gobierno de caer en tentaciones populistas y de hacer un grave daño a la industria nacional. Así, advirtió del riesgo de perder inversiones en el País Vasco, Tarragona y Cartagena.

El 'impuestazo', que se calculaba sobre ingresos y no sobre beneficios, ha costado casi 800 millones de euros a Repsol en los dos últimos ejercicios y en el caso de Cepsa, por ejemplo, provocó que cerrase 2023 con más de 200 millones de euros de pérdidas.

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Cae el beneficio

En este telón de fondo, Repsol presentó ayer sus resultados correspondientes a los nueve primeros meses del año en los que alcanzó un beneficio neto de 1.792 millones de euros, lo que representa una caída del 35,7% en comparación con el mismo periodo del pasado ejercicio. El descenso de los márgenes del refino y las pérdidas patrimoniales generadas por la caída del precio del petróleo -depreciación de los hidrocarburos almacenados-, son las principales claves en el retroceso de su desempeño económico.

Pese a este descenso en sus cuentas, la compañía ha anunciado que acelerará en su política de retribución a los accionistas con la distribución de un dividendo en efectivo de 0,475 euros brutos por acción en enero, frente a los 0,4 euros brutos por título del año anterior. En el ejercicio 2024 la compañía ha abonado 0,9 euros brutos por acción en efectivo, lo que representa un alza aproximada del 30% respecto a 2023.

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