Josu Jon Imaz con Raúl Arza y Pedro Hojas, de UGT. ignacio pérez

El coche eléctrico «puede ocasionar un desastre industrial»

Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, pide que se tengan en cuenta «todas las opciones que da la tecnología»

manu alvarez

Sábado, 11 de junio 2022, 01:02

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, advirtió ayer que una obcecación en la idea de imponer el vehículo eléctrico puede generar «un desastre ... industrial» porque arrasaría con un buen número de empresas que en la actualidad están vinculadas a los motores de combustión. Imaz, que participó en un congreso organizado por la federación de industria de UGT en Bilbao para debatir en torno al hidrógeno, se mostró favorable a la transición energética y al objetivo de alcanzar las emisiones netas cero de carbono, pero «con cabeza, de forma eficiente y sin descartar opciones tecnológicas».

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Así, se refirió no sólo al futuro de la industria petrolera sino también a las empresas de sectores vinculados al metal o a la producción de piezas de motores. La actual situación, recordó, «ha ralentizado la venta de vehículos menos contaminantes, provoca un alargamiento de la vida de los más contaminantes y desincentiva las inversiones». En esta línea aseguró que Repsol va a caminar en otro sentido, «manteniendo desarrollos tecnológicos que permitan eliminar las emisiones netas», como sucede con su proyecto de producción de combustibles sintéticos en Bilbao. «¿Qué incentivo tenemos para invertir en esto?», se preguntó en tono crítico, para añadir que «a pesar de todo, vamos a luchar con uñas y dientes».

También insistió en «explorar todas las opciones tecnológicas» porque, apuntó, «hay ya experiencias» en torno a la inyección directa de hidrógeno en motores de combustión. «¿Por qué hay que matar los motores de combustión si hay alternativas?», recalcó. En ese contexto reiteró una idea que ha lanzado en varias ocasiones, en torno al peligro que existe de «abandonar los combustibles y en particular el gas para no depender de Rusia, para caer en manos de China por las tierras raras y otros materiales». Otra alusión crítica a la tecnología que domina el coche eléctrico y en especial a su componente crítico, las baterías.

El consejero delegado de Repsol no dudó en pedir el respaldo de los sindicatos -el escenario, unas jornadas de UGT, lo hacían propicio- «porque vuestra capacidad de influencia es decisiva para mantener la industria».

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Por su parte el lehendakari, que acudió a la inauguración, agradeció el papel de UGT al convocar una cita sobre el hidrógeno en Bilbao porque, apuntó, «pone de manifiesto que Euskadi es una comunidad comprometida con el desarrollo sostenible». En la misma línea, señaló que «el compromiso de UGT, revela el interés que suscita en el ámbito sindical la reflexión sobre una trasformación que va a afectar profundamente tanto a empresas como a trabajadoras y trabajadores».

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