China se cierra en sí misma y pone en riesgo la recuperación global
La estrategia 'cero Covid', sumada a la búsqueda de un culpable foráneo, sella el país y afecta a las cadenas de suministro y a las importaciones
China se está convirtiendo rápidamente en un oniscídeo, uno de esos bichos bola que ante el peligro se cierra en sí mismo. La segunda potencia ... mundial ha abrazado desde el principio de la pandemia la estrategia 'cero Covid', tiene las fronteras prácticamente selladas para protegerse de los países que han decidido convivir con el coronavirus y, aunque su comercio exterior marcó récords el año pasado, las duras restricciones que impone allí donde se detecta un brote, por pequeño que sea, están teniendo gran impacto en la cadena de suministro global. El país, que durante mucho tiempo fue un elemento deflacionista a nivel mundial, puede convertirse en todo lo contrario.
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La directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, lo dejó claro el pasado viernes: en su opinión, la actitud de China frente al virus es «un lastre» para la recuperación global. «China está desacelerando debido a dos motivos: el impacto del 'cero Covid' y el comportamiento del consumo interno», declaró en una entrevista con la CNBC, en la que pidió a Pekín que reconsidere sus medidas en un nuevo escenario dominado por la elevada transmisibilidad de la variante ómicron.
No obstante, los expertos chinos ratifican que mantener su estrategia actual es clave: la menor efectividad de las vacunas locales inoculadas a la población invitan a extremar la cautela, e importar las de Moderna o Pfizer, que ofrecen mayor protección frente a ómicron, supondría una humillación nacional. Ademas, su estrategia ha demostrado ser muy efectiva a la hora de reducir el número de víctimas del Covid sin dañar la economía, que en 2021 creció un 8,1% pese a la ralentización en la recta final del año, cuando cayó a la mitad.
Así, China incluso está haciendo lo contrario a lo que pedía al principio de la pandemia. Un buen ejemplo es el giro en la actitud hacia el correo postal internacional. Cuando el virus estaba confinado en China y los consumidores en el extranjero se mostraban reticentes a adquirir sus productos a través del comercio electrónico, la prensa estatal afirmó que era imposible contagiarse a través de un paquete. «Los análisis han demostrado que no sobrevive en objetos durante mucho tiempo», escribió el diario oficial 'China Daily', algo que la Organización Mundial de la Salud corroboró.
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Las informaciones sobre el posible contagio a través del correo preocupan al comercio electrónico
Donde dije digo...
Ahora, sin embargo, China parece empeñada en buscar siempre un culpable extranjero para explicar sus brotes internos. Asegura que algunos han sido provocados por viajeros internacionales -a pesar de que tienen que guardar una cuarentena estricta de 21 días-; otros tienen su origen en alimentos congelados contaminados; y la última teoría apunta a que la chispa del reciente rebrote en Pekín la produjo una carta procedente de Canadá. Y algunas ciudades chinas han tomado medidas surrealistas.
«Evite realizar pedidos por correo desde países y regiones con alto riesgo de Covid-19», advierten en la provincia sureña de Guangdong. «Cuando reciba paquetes internacionales, use mascarilla y guantes desechables al firmarlos y abrirlos. Si después experimenta fiebre, tos u otros síntomas agudos, vaya a un hospital de inmediato», añaden. Algunas localidades recomiendan hacerse una PCR tras abrir los paquetes.
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«Al comienzo de la pandemia criticaron que Estados Unidos restringiese los vuelos procedentes de China, pero en marzo de 2020 cerraron sus fronteras hasta hoy. Criticaron que se llamase 'virus chino' y ahora siempre señalan al extranjero como fuente del contagio. La hipocresía alcanza niveles inauditos», critica un empresario español residente en Tianjin. «El país se está cerrando a marchas forzadas y no sabemos si es algo temporal o si acabará siendo permanente», añade otro desde Shanghái. «Este miedo puede tener efecto en el comercio electrónico desde Europa y en las empresas españolas que venden en China», avanza un consultor.
Otro claro efecto de estas restricciones es la marcha de miles de extranjeros que aportan conocimiento. Y las empresas, tanto locales como internacionales, tienen difícil cubrir las bajas. SmartShanghai cifra en unos 100.000 los extranjeros que están pendientes de regresar solo a Shanghái. Muchos son estudiantes que han visto truncada su formación.
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La clave
8,1%creció el PIB de China en 2021, aunque en el último cuatrimestre ese ritmo cayó a la mitad.
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