Ayer en el frontón Bizkaia vimos a un gran Jokin Altuna. Era el favorito y cumplió los pronósticos. Fue superior en todos los sentidos al zaguero de Bergara. Cuando Rezusta dominaba, poco a poco le iba comiendo el terreno y los pocos tantos peloteados que tuvo el encuentro marcó la diferencia a la hora de acabar el tanto. El zaguero quiso ir hacia adelante pero no lo hizo con convencimiento, y tampoco tiene la capacidad que tiene el delantero a la hora de concretar la jugada. Pero tampoco se pude decir que el guardaespaldas jugará mal. Se encontró con la mejor versión del de Amezketa y lo borró de la cancha.
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El pico de forma con el que ha jugado el delantero de Amezketa este campeonato ha sido excelente. Le sale la pelota con mucho brillo. Cuando no está así le cuesta un poco más, y es cuando pasa más apuros. A eso hay que añadir su claridad de ideas a la hora de leer en choque. Cuando está en semejante momento es imbatible.
Al zaguero no se le pude achacar nada. Es cierto que optó por restar en el cuadro siete a pie parado y no ha buscado el aire. Igual si la hubiera hecho desde el nueve como está acostumbrado hubiera sido más natural y podía quitar más el aire a sus rival. Lo que les diría tanto a Rezusta como a Zabaleta es que, si pueden, entrenen durante el año un poco más en esta modalidad porque ahí se ve la diferencia. En la carencias que tienen en los movimientos en los cuadros alegres y a la hora de terminar. Si consiguen mejorar esos aspectos seguro que darán mucha guerra.
Vista la trayectoria de Altuna III tiene un futuro increíble, pero tiene que ir paso a paso. Cuenta con todo para sumar muchas más, pero no tiene que correr ni volverle loco porque se puede obsesionar. Es cierto que tiene una cabeza bien amueblada, pero tiene que seguir igual que hasta ahora porque así lo disfrutaremos todos. Estoy convencido de que si sigue trabajando puede ampliar su palmarés.
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