«Le vamos a zurrar hasta vaciarnos»
Zierbena se encuentra a un paso de ganar la que sería su primera cita donostiarra y EL CORREO acompaña a los 'galipos' en uno de sus entrenamientos camino de la gloria
Zierbena ha sido el equipo que más veces ha doblegado a una intratable Orio este verano. Los 'galipos' se han impuesto en tres ocasiones –Pasaia, ... Lekeitio y Getaria–. El pasado domingo, en el primer asalto de la Bandera de La Concha, fueron segundos a poco menos de tres segundos de los 'aguiluchos', pero una penalización de tres segundos a estos últimos les permite afrontar mañana (12.00 horas) el segundo asalto de la cita cumbre de la temporada con una anecdótica renta de diez centésimas que obliga a ambos a tener que salir a ganar si quieren tocar el cielo en el teatro de los sueños del remo.
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EL CORREO ha tenido la oportunidad de acompañar a los hombres de Dani Pérez en la zodiac en una de las sesiones preparatorias y los patroneados por Aitor Lazkano, el joven timonel canterano que se ha asentado en la popa del bote vizcaíno, está preparado para la batalla final. La cita es en el pabellón 'galipo', de cuya fachada cuelga una gran pancarta con el grito de guerra 'Zierbena trakatra'.
El plantel, compuesto por un importante número de remeros gallegos que se han establecido en territorio vizcaíno y cántabros, desembarca en las instalaciones a cuentagotas. A las 18.00 horas están citados en el gimnasio para realizar algunos ejercicios y escuchar la charla del técnico gallego, que cumple su tercera campaña en la entidad. Por lo general, la reunión dura alrededor de un cuarto de hora, pero esta vez se alarga más de lo esperado. La situación lo requiere. No siempre se está a un paso de conquistar la ansiada Concha.
Fuera del pabellón numerosos aficionados a la pesca echan la caña y esperan la salida del equipo con la trainera camino de la rampa –se encuentra a unos cien metros– para animarles. Fue algo espontáneo, pero ayer, el club realizó un llamamiento para participar en una concentración de aliento a la cuadrilla en su intento por conseguir la que sería la primera Bandera de La Concha de su historia.
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La charla previa del técnico parece haber surtido efecto y, una vez en el agua, el equipo se muestra muy concentrado y concienciado de que la gesta es posible. En el puente que delimita la salida de la dársena cuelga otra gran pancarta en la que puede leerse '¡Aúpa Zierbena!'. Todo aliento es bien recibido para afrontar con las pilas cargadas unos agónicos 20 minutos en los que se decidirá todo mañana.
Desde el primer momento Dani Pérez, de pie en la zodiac, corrige cualquier pequeño error que pueda apreciar. «Cabeza chicos. Metemos manos. Aguanta el enganche y gano final. Aguántale, aguántale...», recalca. Poco después comienza el trabajo por secciones. Primero reman únicamente las tres bancadas de popa y luego estos dejan de hacerlo y les corresponde el turno al resto de remeros. Este ejercicio se repite en varias ocasiones durante la sesión preparatoria.
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Tras los primeros quince minutos de trabajo, la embarcación se detiene para tomar líquidos e intercambiar opiniones. El primero en tomar la palabra es Dani Pérez. «Está bajando la marea y se nota que es más complicado, pero es normal», apunta sobre la situación del mar, que por otra parte se encuentra bastante en calma.
De buen humor
La cuadrilla 'galipa' está de buen humor e incluso alguno de sus integrantes se atreve a intentar poner en un brete al periodista que le observa desde la zodiac. «¿Tú de qué equipo eres?», cuestiona el proa cántabro Carlos Palazuelos al redactor intentando escudriñar sus preferencias arraunlaris. La respuesta provoca las carcajadas del equipo: «¿Tú de cuál crees? Del Athletic». A lo que Palazuelos responde: «Ya sabía yo que iban a ir por ahí los tiros». Otro de los que lleva la voz cantante es el moldavo Alexandru Tacu, que cumple su segunda campaña en el club. «No lo pongas todo en el periódico eh, que no hay que dar pistas al rival», lanza sonriente antes de que Lazkano ordene reanudar la marcha desde la popa.
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Los 'galipos' enfilan de nuevo hacia el superpuerto, donde un par de mercantes esperan el permiso para entrar a descargar. «Trece apoyos. Precisión de principio a final. No se gasta. Aguanta y písale, aguanta y písale..», especifica Dani Pérez al plantel. Al preparador gallego le da tiempo incluso para sacar el teléfono móvil y grabar la marcha de la embarcación durante alguna fase de la sesión para analizar algunas cuestiones a posteriori.
En esta última serie los remeros repiten la jugada antes de volver a detenerse. «Esta vez le habéis dado bien», señala el técnico a la tropa sobre sus percepciones. «El domingo sí que le vamos a zurrar de lo lindo. Hasta vaciarnos y morir», responden desde las tostas mientras enfilan ya hacia el interior del puerto para desembarcar. El trabajo en la rampa está perfectamente coordinado. Para cuando llega la tripulación los compañeros que teóricamente no remarán mañana aguardan con el carro para transportar la embarcación del técnico y el resto de remeros cargan con la trainera y los remos. Fuera del pabellón se encuentran ya unos caballetes sobre los que depositan el bote para su lavado.
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Esponja en mano, varios de los bogadores limpian el casco, mientras que el proa suplente Raúl García echa agua con la manguera tanto por fuera como por dentro. La jornada toca a su fin. Zierbena, pese a lo mucho que hay en juego, mantiene el plan inicial de todos los años. Hoy entrenará en casa y mañana saldrá temprano hacia San Sebastián para intentar hacer realidad el sueño de su primera Concha.
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