Cintado regresa mañana a Bilbao para reunirse con su familia. e. c.
Andoni Cintado | Subcampeón del Mundo de Taekwondo

«Si me dicen que iba ganar una medalla me hubiera puesto a llorar»

El de Zeberio rompió todos los pronósticos en un torneo en el que le tocó afrontar el cuadro más complicado

fernando romero

Miércoles, 23 de noviembre 2022, 22:48

Llegaba como el cabeza de serie número quince. No entraba en prácticamente ninguna quiniela en la lucha por las medallas. Menos aún con el poco ... favorecedor sorteo que tuvo, que le obligó a medirse a algunos de los mejores de la especialidad. Pero Andoni Cintado -Zeberio, 23 años- acabó colgándose la plata (-80kg) en el Campeonato del Mundo de Taekwondo que se disputó en Guadalajara (México).

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- Ahora que ya han pasado unos días, ¿se lo cree por fin?

- Llegados a este punto sí, pero si una semana antes me dicen que voy a llegar a cuartos, no me lo creo porque quedar quinto del mundo es una barbaridad. Y si me dicen que voy a pillar una medalla, me pongo a llorar. Estuve dos días sin creérmelo.

- No tuvo un camino nada fácil.

- Mi primer combate fue contra un campeón de Europa, el segundo ante el actual subcampeón olímpico, el tercero era el subcampeón del mundo y el cuarto, bronce olímpico y ahora campeón del mundo. Yo pensaba, madre mía. Pero uno por uno sabía que podía ganarles porque ya había competido contra todos. Aunque había perdido. Y de repente te plantas en un Mundial en el que ganas a cuatro de ellos seguidos. Eso realmente sí que es una locura.

- ¿Cuál fue el momento clave de la competición?

- En cuartos de final, cuando aseguro la medalla. Yo sabía que tenía el combate ganado, pero ese momento entre que terminamos y sale mi nombre en la pantalla fue eterno. Y cuando lo vi, me dije a mí mismo: 'La que he liado'. Ahí me tiré al suelo de emoción. No estoy acostumbrado a estas cosas. De momento no estoy en los grandes circuitos y los campeonatos a los que iba no tenían el montaje y la repercusión de un Mundial. He vivido un sueño.

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Virtudes

«No soy ningún portento pero lo que más me favorece es la cabeza y el físico»

- ¿Ha preparado alguna celebración especial?

- Lo primero entrenar y el viernes (mañana) voy a Bilbao para celebrarlo con la familia. Me gustaría ver con ellos todos los combates, comentarlos. Me apetece mucho hacerlo porque valoro mucho que gente que a lo mejor no ha visto taekwondo en su vida se quede hasta las 3 de la mañana para ver mis combates.

- Primero entrenar y luego celebrar. Es muy metódico.

- Yo no me considero un portento en esto, pero lo que más me favorece es la cabeza y el físico. No soy supertécnico, ni superalto, ni superelástico. Sí que soy exigente porque quiero conseguir cosas, propósitos que siempre he tenido. Pero soy exigente con las cosas que dependen de mí. Y con las cosas que me vienen bien a mí, no con las que me han dicho que son buenas. Por ejemplo, la noche antes de competir, me tomo una cerveza. Es un medio ritual que tengo que me ayuda a quitarle importancia, a relajar los nervios.

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- Su Trabajo de Fin de Grado (TFG) de ingeniería industrial fue diseñar unas zapatillas de taekwondo.

- Siempre he dicho que no quería hacer una carrera vinculada al taekwondo, porque quería tener mis dos mundos un poco separados para tener una vía de escape. Pero tenía que entrar el CAR y tampoco quería que se me complicara mucho el TFG. Esas zapatillas las llevo utilizando años, sé los fallos que tienen y estoy rodeado de gente que también los saben y que me podían echar una mano. Y la verdad es que me quedó un buen trabajo.

- Habrá corrido ya a patentarlas por lo que pueda pasar.

- Pues estamos en ello, sobre todo ahora con todas estas noticias que están saliendo de mi subcampeonato del mundo. Me voy a tener que poner las pilas, igual hay que ir rápido a la oficina de patentes, ja, ja, ja.

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- De Zeberio se marchó a Valencia para seguir creciendo.

- A Valencia me fui porque en Euskadi el taekwondo no estaba en su mejor nivel y económicamente se me hacia también complicado ir a campeonatos. También estaba allí mi carrera en una buena universidad pública. Di el paso y fue genial.

- Después llegó el CAR de Madrid.

- Estaba muy a gusto en Valencia, en el gimnasio y en mi trabajo, viviendo con mi novia... pero si quería entrar en el circuito internacional, que es muy exigente en cuanto a campeonatos, tenía que tomar una decisión. Era apostar por el trabajo o apostar por dar un salto más profesional en el taekwondo. Y me decanté por seguir luchando por eso.

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