Fiesta en las calles de Bilbao por la victoria de Marruecos sobre España

Las decenas de clientes del restaurante Jawhara, en pleno corazón del bilbaíno barrio de San Francisco, empezaron a saltar, gritar y bailar poco después de las 18:45 horas. Su selección, Marruecos, había derrotado contra todo pronóstico en la tanda de penaltis a España, una de las favoritas.

Y los clientes del Jawhara salieron en tromba a la calle 2 de Mayo, donde ya había decenas de aficionados con bengalas y petardos esperando para celebrar una victoria «histórica» para el combinado norteafricano. También se produjeron algunos incidentes, pero en términos generales lo que predominó fue el ambiente festivo.

Para Abdel, uno de los clientes del local, era un día grande. Lleva 20 años viviendo en España. Es uno de los cientos de emigrantes que llegó buscando un futuro mejor. Junto a él, en el bar, había muchos jóvenes. Abdel explica que empezó a trabajar «en lo que iba saliendo» -sobre todo en la construcción- para sacar adelante a su mujer y sus tres hijos. Ahora tiene una tienda de alimentación. Pero lo que realmente le importaba era lo que vivió en el bar Jawhara, en el último lanzamiento de la tanda de penaltis. Es algo que difícilmente podrá olvidar.

La celebración de los aficionados de Marruecos, que se extendió también a otras zonas de Bilbao, se produjo en medio de un gran despliegue policial. La Ertzaintza y la Policía Municipal organizaron un dispositivo conjunto de seguridad que se percibió sobre todo a partir de la prorroga del encuentro, cuando los agentes empezaron a equiparse con material antidisturbios. Ambos cuerpos movilizaron a numerosos policías que estaban de semana libre y diseñaron un operativo que, en el caso de Bilbao, se centró en el barrio de San Francisco y en Bilbao La Vieja.

La preocupación por posibles incidentes aumentó a raíz de los altercados que se han producido en varias ciudades europeas durante los encuentros de la Copa del Mundo. Los analistas policiales se mostraban especialmente atentos después de lo ocurrido tras el Bélgica y Marruecos. El conjunto magrebí ganó el duelo y, poco después, grupos de jóvenes salieron a la calle y provocaron graves altercados. En Bruselas quemaron y volcaron coches e incendiaron objetos del mobiliario urbano durante una noche que se saldó con una decena de detenidos. No fue la única ciudad en la que se registraron incidentes. También se produjeron en Amsterdam y en La Haya, entre otras muchas.

En estas circunstancias, la preocupación era máxima. La Ertzaintza y la Policía local realizaron un dispositivo especial de seguridad. Decenas de agentes de ambos cuerpos se desplegaron por la zona. También se percibió una importante presencia de la Brigada Móvil, los antidisturbios de la Policía autonómica, a pesar del conflicto interno que mantienen con el Gobierno vasco por su negativa a compensar económicamente los cambios de turnos y horarios. Al cierre de esta edición no había habido incidentes reseñables durante las celebraciones.

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